Entre dulce y ácido, como los chocolates que entregó Nacional a las madres en el ingreso al estadio, así resultó el compromiso ante Santa Fe.
La victoria 2-0, el mejor regalo para los más de 22 mil asistentes que sortearon el inusual horario y el intenso calor.
Los responsables de endulzar la mañana, Jonathan Copete y Jéfferson Duque, quienes con sus tantos dejaron clasificado al Nacional, que el jueves recibe a Emelec, por Copa Libertadores.
Por momentos, el ácido llegaba a la boca de los aficionados con cada opción perdida por Pablo Velásquez, Jonathan Copete, Orlando Berrío o Hárrison Otálvaro, quienes estuvieron cerca, pero fallaron en la puntada final.
Con un 0-0 se acabó el primer tiempo, en el que Nacional hizo más, pero se fue en blanco.
Para la complementaria, los orientados por Osorio siguieron con la buena actitud. Berrío por la lateral y Otálvaro por el medio fueron una constante pesadilla para los cardenales.
De sus pases nacieron los goles, el primero a los nueve minutos cuando Berrío centró y Copete, en palomita, metió el balón con el pecho, para la primera celebración verdolaga.
Y aunque físicamente Otálvaro está lejos de su nivel, realizó pases acertados y fue buena alternativa en el verde.
Hárrison envió un pase a los 40 minutos del final que Duque capitalizó para el 2-0.
Fiesta en la tribuna que desahogó toda la euforia comprimida. Ahora hinchas y jugadores se concentran en la Copa .