No se vale profetizar sobre lo ya ocurrido, pero sin duda el de Yves Lampaert era un nombre fijo entre los favoritos para ganar la primera etapa del Tour de Francia. Por eso la cara transida de Wout Van Aert cuando se sentó en la silla caliente sabiendo que todavía faltaba por pasar el “jornalero” del Quick Step, el hombre nacido en Izegem, Bélgica, hace 31 años, y quien fue capaz de rodar a la misma velocidad de Remco Evenepoel en los recientes campeonatos de ruta de Bélgica.
Remco, su compañero de equipo, ganó la crono de Gavere volando a más de 51 kilómetros por hora, mientras que Yves, el capitán de ruta del equipo azul crema, se acercó a esa marca y poco le faltó por igualarlo.
Ese detalle debió haber servido para sospechar que este viernes, en Copenhague, los ilustres Ganna, Van Aert, Kung, Van der Poel y compañía no la iban a tener fácil.
Increíblemente, Lampaert se convirtió en el cuarto corredor belga en ganar la contrarreloj inaugural de un Tour francés, junto a Eddy Merckx, Freddy Maertens y Eric Vanderaerden.
Saldrá de líder este sábado, en la complicadísima fracción entre Roskilde y Nyborg, de 202 kilómetros sobre el borde del mar del Norte, el mar de los vikingos. Y quizás logre defender el amarillo, por la suerte o por sus propias piernas, pues ambas lo acompañan en la actual temporada.
Este viernes, en la contrarreloj de 13 km, venció porque el francés Cristophe Laporte, del Jumbo Visma, se cayó promediando el recorrido, cuando sus registros eran los mejores en los cronómetros.