Nairo Quintana está fuerte, no solo de piernas sino también de mente.
El boyacense, que se motiva aún más al ver decenas de compatriotas que se posan a cada lado de la carretera para apoyarlo, indica que espera con deseo el comienzo de la última semana en los Alpes, donde sigue asegurando que atacará para luchar por su sueño amarillo: el título del Tour de Francia.
Ayer, el colombiano volvió a respirar al no tener ningún percance en la etapa 15, de 183 kilómetros entre Mende y Valence, donde André Greipel (Lotto Soudal) voló como un cohete para reclamar su tercera victoria en lo que va de carrera.
El alemán se impuso esta vez ante su compatriota John Degenkolb (Team Giant) y el noruego Alexander Kristoff (Katusha).
El británico Chris Froome siguió firme en el liderato, pero su escolta, el colombiano Quintana a 3.10, mandó un aviso: expresó que se encuentra en mejor forma que cuando se adjudicó el Giro de Italia el año pasado.
“En aquel Giro que gané estaba un poco enfermo, ahora estoy bien, no hay excusas”, señaló el ciclista del Movistar.
Quintana dijo que tratarán de atacar antes de la penúltima etapa, con final en el Alpe d’Huez, pero señaló que si no logran escaparse “en ese puerto habrá que jugarse el todo por el todo”.
“Tengo ganas de que lleguen los Alpes. Estamos preparados y pienso que nos irán a recibir bien. Tenemos buen equipo y lo hemos vuelto a demostrar hoy -ayer- con diferentes ataques, filtrándonos un poco en las fugas”, manifestó.
“Todos estamos con muchas ganas, y aunque mañana -hoy- en principio puede ser una ‘etapa de paso’, habrá que estar atentos. Esperemos no tener ninguna complicación y llegar bien al día de descanso”, señaló .