La silueta de Nairo Quintana se volvió a posar al frente del Arco del Triunfo en París, un privilegio del que pocos pueden disfrutar.
Exhibió por largo tiempo su bella dentadura. Estaba lleno de felicidad y orgullo, sentimientos que pudo compartir con su hija Mariana en el podio del Tour de Francia-2015.
Con las dos modelos a su lado se evidenció lo pequeño que es en estatura -1.67 metros-, pero con el trofeo que alzaba en sus brazos se confirmó lo grande que es en condiciones.
Ayer, tras finalizar la edición 102 de la carrera francesa, el colombiano fue aplaudido tras terminar ubicado entre los mejores de la competencia.
Finalizó en el segundo puesto de la clasificación general, a 1.12 del campeón británico Chris Froome, y también levantó el galardón de mejor joven, sumado al segundo puesto en la montaña.
Fue “una actuación memorable” para el ciclista que nació en Cómbita como lo describieron hombres que también dejaron huella en esta carrera como Luis Herrera, Fabio Parra y Santiago Botero.
Nairo repitió lo hecho en el Tour 2013, cuando acabó también segundo detrás de Froome y campeón de los jóvenes. “De este Tour me llevo cosas positivas que me servirán en el futuro”, dijo el boyacense.
Con tan solo 25 años de edad, el colombiano goza de respeto en el lote mundial. El año pasado ganó en el Giro de Italia y como aseguró ayer, en 2016 volverá al Tour con la intensión de ser protagonista. Talento tiene, condiciones le sobran. ¡Gracias Nairoman! .