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Quintana asumió el liderato de la Vuelta a España. Es el colombiano
con más días al comando de esta prueba (15). Se ilusiona con otro título.
El consejo de Alejandro Valverde a su compañero Nairo Quintana el viernes tras la séptima fracción de la Vuelta a España cobró ayer mayor valor luego de que el colombiano se convirtiera en líder de la carrera.
Ese día, tras el triunfo del murciano en la localidad de Mas de la Costa, el boyacense le pidió que fuera el jefe del Movistar en la competencia, pero Valverde, sin egoísmo y a pesar de que estaba por delante de él en la clasificación general, le contestó que no debía “desenfocarse de la pelea”, pues tenía “calidad de sobra para luchar por el título”.
Y ayer, en una jornada épica, de esas que quedan en la memoria y que hace recordar el ciclismo de antes, atacante de principio a fin, Quintana comprobó, una vez más, que lo incierto del deporte hace que las ilusiones de conquista se renueven etapa tras etapa.
En el corto, pero infernal recorrido de 94.4 km entre Andorra la Vella y la cuesta en Cortals d’Encamp, en el que hubo que superar además otras cuatro cimas, entre ellas el Col de la Gallina, de categoría especial, fue el colombiano Miguel Ángel “Supermán” López (Astana) quien terminó con la “calma” del grupo de favoritos al atacarlos, a falta de 19 km para la meta.
Atrás, Nairo y Valverde, con inteligencia, esperaron a que el esloveno Primoz Roglic (Jumbo) tomara la iniciativa para perseguir a López, para luego empezar una labor mancomunada para demoler al esloveno, el máximo candidato al título porque se defiende en la montaña y es especialista en contrarreloj.
Aquella maniobra tuvo sus efectos, pues Nairo logró despegarse de la marca de Roglic y más adelante, a 4 km para el final, alcanzó y sobrepasó a su compatriota López, que tuvo la desdicha, debido al vendaval en ese momento, de irse al piso y perder la ventaja ganada hasta ese instante que llegó a ser de casi 40 segundos.
Al final, triunfó el esloveno Tadej Pogacar (UAE) y Nairo, arropado por su compañero Marc Soler, cruzó a 23 segundos. Por su parte, y aguantando la presión frenética impuesta sobre sí, Roglic arribó tercero, a 48, misma diferencia que Valverde; mientras que López, a 1.01. La ventaja que logró Quintana le permite mirar ahora desde lo más alto, seis segundos ante Roglic, 17 frente a López y 20 sobre Valverde.
“Estoy agradecido con Soler por los metros que me hizo en el tramo final, así como con el resto de compañeros. Siempre hemos dicho que iríamos viendo qué se podía hacer en carrera entre Alejandro y yo, apoyando al que vaya mejor, y el equipo nos protegió a ambos. Roglic está en ventaja sabiendo la crono que viene, pero una vez la pasemos seguiremos intentándolo para recuperar este maillot y ojalá tenerlo hasta el final”. Así, ahora con mayor ilusión, se expresa Quintana, ganador de esta competencia en 2016. Con las diferencias aún equilibradas, con un Roglic fuerte y un López sediento de triunfo, los pronósticos siguen siendo reservados.
Después de la tortura de la primera semana, la Vuelta tendrá hoy su primer día de descanso. Se reactiva mañana con la contrarreloj de 36.2 km entre Jurançon y Pau (Francia). Roglic lleva las de ganar. Pero, “queda mucho de Vuelta”, enfatiza Nairo