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La dirigencia del fútbol colombiano comienza el 2021 con afán de resolver el tema del seleccionador de mayores, luego de la destitución del portugués Carlos Queiroz. El tiempo apremia, pues aparte de la Eliminatoria para el Mundial de Catar-2022 está el compromiso de la Copa América, de la que el país será anfitrión a medidos del año.
Si bien todo apunta a que Reinado Rueda será el elegido, aún hay asuntos por resolver por el contrato que el vallecaucano tiene con la federación chilena. El mismo entrenador, con la seriedad que lo caracteriza, salió al paso a los rumores de la prensa y manifestó que todavía no es técnico de la Tricolor.
Sobre su posible designación, que sería bien recibida en el país a juzgar por los comentarios en redes sociales, no hay objeción. Inclusive muchos aseguran que hace rato debería estar al mando del combinado patrio.
Solo que después de su segundo ciclo con la Selección (2004-2006), los dirigentes lo vetaron porque permitió reuniones en el proceso de conformación de la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales, Acolfutpro, desestimando las capacidades y conocimiento que tiene este timonel del balompié criollo en general.
“Rueda es el más capaz que hemos tenido, pero en su momento Óscar Astudillo y Luis Bedoya le cobraron haber dejado ejercer el liderazgo a jugadores como Iván Córdoba y Mario Yepes, quienes estaban luchando por el bienestar de sus colegas”, rememora Carlos González Puche, vocero de Acolfutpro.
Pero ante la necesidad actual y con una Federación en apuros financieros, cuyos dignatarios acaban de pagar una multa de 16.000 millones de pesos a la Superintendencia de Industria y Comercio por reventa de boletería en la pasada Eliminatoria, se acude una vez más a Rueda, un profesional que puede enderezar el camino del equipo.
La inquietud ahora es qué condiciones pondrá, puesto que en su trayectoria siempre ha manifestado que es un hombre de procesos y poco amigo de las improvisaciones.
Y es que a Rueda o el estratega que llegue le tocará enfrentar un camino complejo en varios aspectos: ambiente interno del grupo tras la división que se ventiló en la última cita, la falta de liderazgo dentro y fuera de la cancha, el mal momento de los referentes y la urgencia de buenos resultados.
Para Gabriel Jaime Gómez, excapitán de la Selección, ante las “peleas” internas que se comentaron en las fechas recientes, será prioridad que el técnico que sea nombrado reúna a los deportistas y les hable con claridad. “Hay que tener mano fuerte y si algún integrante, por importante que sea, está generando mal ambiente, hay que cambiarlo. Si el entrenador tiene la personalidad para hacerlo, la gente se organiza”, dice el popular “Barrabás”, al recordar lo que hacían sus profesores Luis Cubillas y Oswaldo Juan Zubeldía en Atlético Nacional.
Gómez agrega que Colombia tiene muchos jugadores de buen nivel en este momento para armar un plantel competitivo que se mida de tú a tú a los rivales fuertes.
El mismo “Barrabás” alerta sobre la urgencia de que en el grupo haya líderes que ordenen e impongan respeto. “Algunos pueden ser referentes en la cancha, pero se requiere de algo más. Me cuentan que varios llegaron muy ‘sobradores’ a la última convocatoria y por eso los problemas que se presentaron”.
“Si no hay respeto con los compañeros es difícil lograr la armonía en una competencia tan exigente como la de buscar un cupo para un Mundial”, apunta Gómez en relación con las diferencias que se presentaron y que supo de personas allegadas al grupo, y que Queiroz quiso desmentir.
La afición está cansada de ver un equipo dependiente de una o dos personas. Un caso específico es James Rodríguez, quien de nuevo sufre problemas físicos que frenaron su buen comienzo con el Everton en la Liga inglesa. Lejos del nivel que en 2014 lo llevó al Real Madrid, el mediocampista da muestras de carencias en su etapa de formación, evidenciadas en las recientes derrotas ante Uruguay (0-3) y Ecuador (6-1).
“James tiene muchas deficiencias físicas porque en las etapas sensibles no fue trabajado con exigencia. Cuando no se tiene esa huella el deportista tiende a lesionarse seguido y cae en muchos altibajos que le impiden consolidarse en ligas de Europa. Él no es constante en su juego, se pierde mucho. Juega bien dos o tres partidos y desaparece”, apunta el formador Gonzalo García.
En relación con Falcao, que también presenta inconvenientes de salud y hoy es duramente criticado en Turquía, dice que es producto de la edad (34 años). “Es por eso que le custa tanto, pero del Tigre hay que resaltar su nivel personal: se entrena bien, tiene carisma, es respetuoso, nunca se ve involucrado en líos, es gran profesional”. Ahí, posiciones en las que el nuevo tionel tendrá que buscar relevos.
Ubicada en la séptima casilla con solo cuatro puntos, a ocho del líder Brasil, Colombia deberá sumar frente a los auriverdes, el 25 de marzo en Barranquilla, y ante Paraguay, el 30 de mismo mes en Asunción.
Una tarea nada fácil a juzgar por el buen momento de la selección de Brasil que está invicta (cuatro triunfos), ha marcado 12 goles y solo ha recibido dos. Los guaraníes, con seis unidades, también están en zona de clasificación (cuartos) y defenderán en su casa esa posición.
“Lo primero que se debe hacer es tener a los jugadores unidos y que todos vengan con la motivación de representar el país”, anota Juan Carlos Ramírez, campeón de la Copa América de 2001, el único título del país en la máxima categoría.
El exvolante agrega que el nombramiento del técnico es urgente “para que se vaya avanzando, aprovechen bien las fechas Fifa y los futbolistas vayan asimilando la idea de juego del nuevo orientador”.
Un aspecto en el que Ramírez hace hincapié es echar mano de los jugadores del torneo local, “algo que se desaprovechó en el último proceso, pues se juega en Barranquilla y todos conocen el medio y el clima”.
Así las cosas, a Rueda o al que llegue le espera un difícil trajín si quiere ir al Mundial