El Real Madrid encajó ante la Real Sociedad su sexta derrota liguera de la temporada, un desplome para el que no encuentra solución, con un nuevo error individual que hizo ir a remolque a un equipo sin confianza, que clamó en contra del árbitro y el VAR, con Vinicius como la mayor esperanza a la que agarrarse.
Las claves de la derrota ante la Real Sociedad y el desplome madridista en Liga son:
1. Un nuevo error individual que hace ir a remolque
En esta ocasión fue Casemiro el que midió mal y provocó que el Real Madrid se viese de nuevo obligado a remontar. No se cumplía el primer minuto de juego y de nuevo a espaldas de Marcelo llegaban los problemas. La cobertura de su compatriota brasileño llegó sin medida. Atropelló al rival en una zona de poco peligro, en un claro penalti que fue una losa para un grupo de jugadores alejados de su mejor nivel y faltos de confianza. De golpe reaparecieron todos los males de la etapa de Julen Lopetegui, incluido el factor fortuna de espaldas estrellándose en la madera y en rivales en claras ocasiones de gol perdonadas.
2. Un equipo que se aleja de los valores del club
Defendió Solari la pelea y el carácter de sus jugadores cuando le vinieron mal dadas, pero la realidad es que no había ni media entrada en el estadio Santiago Bernabéu en los minutos finales. Esos en los que hace poco se producían ‘milagros’, goles salvadores, remontadas peleadas con sudor hasta el último segundo de cada partido. El actual Real Madrid acaba bajando los brazos cuando no le salen las cosas, se aleja de los valores históricos del club que han dado forma a su leyenda. Transmite resignación en una competición, la Liga, que vuelve a convertir en un imposible en enero.
3. En manos de Vinicius
Es el único futbolista que transmite ilusión en un presente de dudas. El Real Madrid en manos de un chico de 18 años que es puro descaro y calidad. A Vinicius le da igual la situación por la que atraviese el equipo. Él lo va a intentar siempre. Es eléctrico, habilidoso, descarado. Se fue siempre de rivales y, sobre todo, siempre que recibió el balón lo intentó para enamorar al madridismo con su mejor partido. Solo le faltó el gol, la puntería en los últimos metros que no tuvo un equipo sin pegada que, sumada al reencuentro con el desequilibrio defensivo, provoca que cada partido sea una moneda al aire. La expulsión de Lucas Vázquez terminó de provocar que saliese cruz.