Los 400 millones de euros invertidos en Neymar Jr. y Kylian Mbappe por el Paris Saint-Germain parecen un cuento de locos. Una cifra exorbitante que no tiene parangón.
Los fichajes cerrados para la temporada 2017-2018 no dejan dudas: el mercado europeo se desbordó. En 2016 las transacciones más altas habían sido por Paul Pogba (110 millones de euros desembolsados por el Manchester United) y los 101 del Real Madrid por Gareth Bale. Esta vez, esos números se duplicaron.
Por Neymar, el PSG invirtió 222 millones de euros y el año entrante pagará e$180 millones por Mbappe, jugador que consiguió, a modo de préstamo del Monaco para así evitar el Fair Play financiero (ley que otorga un tope monetario de inversiones), y poder utilizar a la estrella francesa.
Pese a ello, Inglaterra fue la liga que más invirtió, en parte gracias al dinero que recibe de la televisión.
A clubes como Real Madrid, Barcelona o Bayern se les suma la aparición de jeques, como Nasser Al-Khelaifi, que decidieron gastar en fútbol.