El mundo del fútbol tiene hoy dos miradas: la del superclásico entre Bayern de Múnich y el Real Madrid por una de las semifinales de la Liga de Campeones y la otra, lo que pueda hacer James Rodríguez ante el dueño de su pase y exequipo.
Revancha es la palabra que se puede utilizar para hablar de lo que pueda vivir o pensar el volante colombiano. Pero una cosa sí es cierta, es una de las grandes oportunidades que tiene James de demostrar que no fue valorado por el Real y especialmente por su técnico Zinedine Zidane, quien ayer señaló que “nunca” tuvo problema con Rodríguez, y justificó su salida del club rumbo al Bayern Múnich porque “necesitaba jugar más”.
“Yo no quería que se fuera, pero él quería jugar más y lo entiendo. Nunca he tenido problemas con James. La única cosa es que necesitaba jugar más pero como cada año, teniendo a jugadores muy importantes en este equipo, a veces hay algunos que se quedan en el banquillo. Es lo más jodido para un entrenador”, dijo a EFE.
En Alemania tienen claro que harán uso del derecho de compra por los 42 millones de euros establecidos, porque están muy contentos con Rodríguez. “Nuestros aficionados están encantados cuando ven a James Rodríguez. Es parte integral del equipo del Bayern Múnich, tiene mucha imaginación y un gran espíritu futbolístico. Ha llegado y ya está aprendiendo alemán. No es tan fácil para un hispanohablante hacerlo, pero me tiene a mí, con quien puede practicar un poco”, dijo el técnico Jupp Heynckes en la rueda de prensa, previa al cotejo de hoy.