París Saint-Germain dio el primer golpe en la ida de las semifinales de la Champions League con una victoria 1-0 en su visita al Emirates Stadium de Londres. Lo hizo con un tanto fugaz de Ousmane Dembelé y con una actuación estelar de Gianluigi Donnarumma bajo los tres palos, quien fue figura indiscutible para preservar la ventaja mínima que ahora intentarán defender en casa, el próximo miércoles 7 de mayo (2:00 p.m. hora de Colombia) en el Parque de los Príncipes.
No habían pasado siquiera tres minutos cuando el conjunto de Luis Enrique silenció al público inglés. Fue una acción precisa, relampagueante, nacida de la inteligencia de Kvaratskhelia, quien asistió a Dembelé en la frontal del área. El francés controló y, con la defensa reculando, soltó un remate algo mordido pero colocado con sutileza al segundo palo, lejos del alcance de David Raya. Un gol inesperado por su inmediatez, pero que simbolizó la intensidad y el hambre de un equipo que sigue persiguiendo con ansias su primera Champions League.
Durante la primera media hora, el PSG fue claramente superior. Presionó alto, dominó la posesión y generó peligro constante. En una doble ocasión estuvo cerca de ampliar la cuenta: primero, un disparo de Doué que obligó a Raya a exigirse al máximo, y luego, el rechace cayó en los pies de Fabián Ruiz, cuyo remate se estrelló violentamente contra el palo. El vendaval parisino parecía no tener pausa.
Pero en el cierre del primer tiempo, el Arsenal, herido en su orgullo, reaccionó. Gabriel Martinelli tuvo la más clara en un mano a mano, pero allí emergió la figura de Donnarumma, enorme, para salvar al PSG con una atajada milagrosa. No sería la última del italiano en una noche que quedará marcada por su temple y liderazgo bajo presión.
El segundo tiempo comenzó con la misma tónica. Apenas al minuto 47, los locales celebraron brevemente un gol de cabeza de Mikel Merino, tras un centro servido por Declan Rice desde una falta lateral. Sin embargo, la bandera del asistente acabó con el festejo al señalar un fuera de juego milimétrico. El empuje del equipo de Mikel Arteta no cesó y volvió a toparse con Donnarumma, que volvió a volar para negarle el gol a Leandro Trossard en otro mano a mano que levantó a los hinchas locales de sus asientos.
El PSG supo templar el partido en el tramo final. Vitinha asumió el rol de metrónomo y enfrió las pulsaciones del encuentro. Incluso, Barcola pudo haber sentenciado el marcador en el 70’, pero su remate fue bien contenido por Raya. A pesar de los intentos del Arsenal, el gol de Dembelé, ese que llegó antes de que muchos espectadores tomaran asiento, siguió pesando como una losa.
Luis Enrique y su equipo se marchan con una valiosa ventaja en la maleta y la confianza que da haber vencido a uno de los grandes de la Premier League en su propio feudo. “Ha sido todo muy rápido con el gol. Han dominado los primeros 15 minutos pero después hemos creado ocasiones y Donnarumma ha hecho paradas brillantes”, reconoció con sinceridad David Raya al final del partido. Y añadió con convicción: “Sabemos que podemos ganar allí (en París) y lo intentaremos”.
La eliminatoria sigue abierta. El Arsenal demostró que tiene fútbol, rebeldía y argumentos para buscar la remontada en la Ciudad de la Luz. Pero si algo quedó claro en Londres es que el PSG tiene lo que tanto le ha faltado en otras ediciones: carácter, solidez defensiva y un arquero gigante para sostener sus sueños.
Mientras tanto, los ojos del continente también se posan en la otra llave, donde este miércoles (2:00 p.m.) el Inter de Milán visitará al FC Barcelona. La Champions arde y aún promete emociones inolvidables.
