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El jugador de Azerbaiyán dedica sus goles al hijo.
Fue figura ante Marruecos y espera hacer lo mismo frente al potente equipo español.
No importa que su hijo Erick viva en Brasil y él en Azerbaiyán. El pequeño de ocho años es la inspiración de Williams Oliveira do Nascimento, uno de los goleadores del Mundial de futsal que se disputa en Colombia.
Le dicen Vassoura en portugués, que traducido al español es escoba, apodo que se reflejó en la cancha del Iván de Bedout luego de barrer con sus anotaciones a su rival.
“Llevo tatuado el nombre de mi hijo”, dice quien fue la figura de Azerbaiyán en la goleada 5-0 a Marruecos, marcando tres tantos.
Cuando era pequeño siempre estaba jugando a la pelota en la calle, buscaba el espacio para jugar”. Así explica sus inicios Vassoura, delantero que nació en Brasil.
Tras anotar su primer gol ante los marroquíes, el jugador se fue directo hacia una cámara de televisión, mostró al objetivo el brazo derecho y se besó el tatuaje, bajo el que se lee “Amor Eterno” y el nombre de Erick. Es el pequeño, que tiene ocho años y sin duda el mayor orgullo de Vassoura.
“Antes del juego me envió un mensaje de video y me dijo que tenía que marcar dos goles. Al final anoté tres”. Padre e hijo no se ven con toda la frecuencia que les gustaría. Vassoura se gana la vida en Azerbaiyán, donde juega en las filas del Araz Naxcvian MFK, mientras que Erick reside en Brasil con su madre, que está separada del jugador.
No obstante, el nacionalizado azerbaiyano y su hijo están muy unidos y tienen una gran relación. “Siempre que puedo voy a Brasil y paso allí todo el tiempo posible. El niño quiere ser como yo y le encanta jugar al futsal”.
El héroe del partido ante Marruecos, para de hablar de su hijo, se refiere al próximo partido, mañana en el coliseo Iván de Bedout frente a la campeona de Europa, España. Según él, con la ayuda de Dios espera volver a brillar: “confío en que mantengamos el arco en cero y barrer el frente de ataque con el objetivo de lograr todos los goles posibles” .