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Diecinueve años después de su debut como jugador, David González fue presentado como técnico del DIM. Como futbolista fue el portero con más partidos en el arco escarlata (382), el de más juegos en Copa Libertadores (28) y en la Copa la Sudamericana (12). Además, el de mejor registro con la portería en cero (11 juegos, equivalentes a 675 minutos).
Como si fuera poco, tiene la historia a su favor porque de los seis técnicos campeones con el Medellín, al igual que él, tres fueron jugadores de la institución: José Manuel Moreno (1955), René Seghini (1957) y Leonel Álvarez (2009 y 2016). Solo Víctor Luna (2002) y Pedro Sarmiento (2004) no actuaron con la casaca escarlata.
Así que aunque será su primera experiencia como entrenador, David hizo los méritos para tener esta oportunidad.
Este miércoles, tras la rueda de prensa en la que fue presentado en el estadio Atanasio Girardot, dialogó con EL COLOMBIANO sobre sus expectativas.
¿Dirigir al DIM es un sueño cumplido?
“Definitivamente es un sueño que se tenía desde hace muchos años, siempre lo manifesté y fue pública mi intención de, en algún momento, llegar a dirigir este equipo. No me gusta hablar de sueños cumplidos sino de un sueño que se está construyendo y al que todavía le faltan, de acá en adelante, muchas cosas para poder materializarse”.
¿Cómo se materializó su llegada al club?
“Desde hace un tiempo largo veníamos conversando con el equipo, mostrando ideas, sobre todo para las fuerzas básicas, proyectos a realizar. Mi nombre siempre estuvo ahí, nunca fue ajeno para el club, inicialmente para hacer parte de las inferiores, pero ahora que se presentó esta situación, estaba en la baraja de los muchos candidatos que había. El club hizo un trabajo muy juicioso, entrevistaron técnicos, escucharon proyectos, entre ellos el mío y al final se terminó decantando todo por la posibilidad mía y acá estamos”.
¿Qué le dijo su familia por este nuevo cargo?
“Mis hijos se pusieron felices, pero tristes al mismo tiempo, porque fueron dos años de casi que estar con ellos las 24 horas del día, de llevarlos al colegio, compartir sus actividades y eso, para niños de 12, 10 y 6 años, cuando ven que se les va acabar, se ponen tristes. Pero la idea es que ellos también hagan parte de esto, que crezcan queriendo estos colores, este escudo y que se sientan orgullosos y felices”.
Usted ha estado en las facetas de hincha, jugador y ahora técnico, ¿cómo conjugar las 3 por el bien del equipo?
“Es parte de quien soy. Nací hincha del Medellín, fui jugador del club por casi 20 años. Después de que me retiré quise volver al estadio porque ya me había despegado de mi época de jugador y uno cuando está en esa faceta tiende a olvidarse de muchas cosas que el hincha vive. Simplemente todo eso se junta para estar parado en la raya dirigiendo como un hincha más, pero también como un técnico preparado, con una idea clara y con ganas de devolverle al equipo todo lo que me dio”.
¿Qué le dice a la gente que no confía en que David González sea un técnico para el DIM?
“Es normal no sentir la confianza necesaria, lo entiendo, no lo juzgo ni lo castigo, simplemente me toca cambiarles a esas personas su manera de pensar y de verme como cuando me tocó debutar y no había jugado en ningún lado, y me quedé. La intención es esa, convencer y enamorar a la gente y que esto se vuelva un solo corazón”.
¿Ya tuvo la oportunidad de hablar con los jugadores?
“No con todos, he conversado puntualmente con algunos, pero la idea es hacerlo con todos el viernes (mañana) cuando iniciemos trabajos. Sé que el ambiente en general va a ser muy bueno, de allá para acá y viceversa. Vamos a luchar todos por un mismo objetivo”.
¿Qué técnicos en Colombia lo han influenciado?
“Para mí el mejor ejemplo es Alfredo Arias que está en Santa Fe, él mostró una manera de jugar de forma asociada y ofensiva, ese es el camino que queremos seguir, un equipo que mantenga el balón, lo administre bien, que someta a los rivales y genere la mayor cantidad de oportunidades de gol posibles”.
Usted dice que no se pueden traer refuerzos sin motivos y quiere potenciar las fuerza básicas...
“La idea es esa, los proyectos que verdaderamente tienen un rumbo hay que armarlos como si fueran un rompecabezas y ahora estoy contento con la plantilla que hay. Ya con el transcurrir del tiempo, si se va un jugador debe llegar otro, pero no soy de la corriente de que un semestre tengan que llegar 5, 6 o 7”.
¿Cómo se imagina el debut como técnico en el Atanasio?
“No me lo imagino, voy a esperar para poder vivirlo, pero ojalá que se pueda vivir de la mejor manera, que venga la gente al estadio, que disfrutemos y que se pueda ganar”.