<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Así fue el paso de Maradona por Cali

El ‘10’ tenía una cirugía de rodilla pendiente con el médico colombiano Germán Alberto Ochoa.

  • El argentino Diego Armando Maradona aparece con el médico especialista Germán Ochoa, luego de uno de los procedimientos que le realizó en la ciudad de Cali. FOTO cortesía doctor ochoa
    El argentino Diego Armando Maradona aparece con el médico especialista Germán Ochoa, luego de uno de los procedimientos que le realizó en la ciudad de Cali. FOTO cortesía doctor ochoa
28 de noviembre de 2020
bookmark

El médico que operó dos veces a Diego Maradona cuenta detalles de sus experiencias con el exfutbolista que murió este miércoles. De cómo llegó a Cali, su estadía con él en Cuba y aspectos de la rehabilitación.

Se trata de Germán Alberto Ochoa, hijo del recién fallecido entrenador Gabriel Ochoa Uribe (9 de agosto), quien confesó que Diego estaba pendiente de otro procedimiento de rodilla con él. El COLOMBIANO habló con este especialista en ortopedia y traumatología,

¿Cómo sucedió la lesión de Maradona?

“En el 2004 Diego compartía con sus compañeros en un centro de recuperación de adicción, se llama clínica Pradera si mal no recuerdo. Ese día estaban Alberto Juantorena y otros atletas olímpicos de la época, y mientras jugaban un partido de futbolito Maradona se enredó y tuvo una lesión de la rodilla izquierda. Se le bloqueó, se le rompieron los dos meniscos (interno y externo) y sufrió un daño de cartílago muy importante”.

¿Por qué acudió a usted?

“En esa época él tenía dificultades para irse a operar a EE. UU. porque le habían quitado la visa por temas de tipo político en Argentina por el Castrochavismo y esas cosas; tenía problemas de seguridad muy serios, entonces su cardiólogo y médico personal convocó al doctor Rincón, muy cercano a mi papá en EE. UU. y le sugirió venir a Colombia para que yo lo tratara. Yo había operado a María Isabel Urrutia, nuestra medallista olímpica por una lesión similar y ella estaba en Cuba en una concentración de atletas, seguramente se comunicaron entre ellos y le recomendaron venir a Cali”.

¿Cómo fue la llegada?

“Arribaron tarde en la noche en el avión privado de Fidel Castro, con unas 12 o 14 personas, al mando de Guillermo Coppola, que era su empresario y amigo en esa época. Luego de la evaluación pertinente, lo llevamos al quirófano para desbloquearle la rodilla mediante una cirugía artroscópica. Ahí tuvimos una dificultad porque el anestesiólogo de turno se preocupó mucho porque el electro y el ecocardiograma mostraban signos de sobrecarga cardíaca, una miocardiopatía, una hipertrofia del ventrículo izquierdo. Tuvo que llamar dos colegas más para asistirlo y hacer el procedimiento con la mayor seguridad posible. Todo salió muy bien y le hicimos la remodelación de los meniscos, la corrección del cartílago y a los dos días se inició el protocolo de rehabilitación parcialmente en Cali, porque también pareciera que por problemas de seguridad lo amenazaron y súbitamente y sin mediar palabra cogieron el mismo avión que estaba parqueado y retornaron a Cuba”.

¿Cuándo se reencontraron para seguir el tratamiento?

“A los dos días llegué a La Habana con el profesor Luis Fernando Lastra, mi mano derecha en rehabilitación deportiva en ese entonces. Nos cogió un huracán y estuvimos 10 días confinados en el hotel y eso sirvió muchísimo para que Diego pudiera hacer las tres sesiones al día que se necesitaban. Teníamos poco tiempo porque el compromiso era que Maradona pudiera asistir de manera decorosa a su despedida, un partido programado con mucho tiempo, y con compromisos de publicidad altos que no se podían cancelar. Logramos el objetivo, llegamos a Buenos Aires y todo salió bien, compitió como siempre, con mucha capacidad con la pelota en los pies. Yo me quedé 5 días más en Buenos Aires y después retorné a Colombia”.

Pero hubo un segundo episodio en Cali...

“Estuvimos en contacto telefónico varias veces, él visitó Colombia años después por otros tratamientos (bypass y odontología) y tuve la posibilidad de saludarlo en una cena, siempre muy gentil, agradecido y deferente. Ya en la última aproximación, antes del Mundial de Rusia-2018 porque la otra rodilla se le bloqueó, hicimos un procedimiento similar en Cali, con toda la confidencialidad del caso, pero la información se filtró. Y rápido se fue, cumplió un compromiso periodístico en Rusia, y prácticamente hasta allí fue mi relación con él. Después hablamos vía telefónica porque habíamos quedado de hacer un remplazo total de sus dos rodillas, pero él se operó la izquierda en Argentina, y quedó pendiente de la derecha que era la que teníamos prevista para el próximo año”.

¿Fue buen paciente?

“Muy comprometido, respetuoso, normativo, cumplidor del deber, como el mejor”.

¿Qué imagen le quedó de quien es considerado por muchos técnicos y jugadores el mejor de todos los tiempos?

“Conmigo fue muy especial, nunca encontré altivez ni egolatría en él, absolutamente nada. Una persona sencilla para mi gusto, por lo menos con el trato con el médico y la gente que trabajó en su rehabilitación. Nunca tuve un sí ni un no con él, jamás. Todo lo contrario, era respetuoso de las normas y de los procesos. Una persona encantadora, inteligente, versátil en el discurso, un ser especial”.

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD