Carlos Alberto Silva, exentrenador de la selección brasileña, murió este viernes a los 77 años de edad después de una vida dedicada a los banquillos que le llevó por varios equipos de su país, España, Japón y Portugal.
“Profesional e inspiración para generaciones, Carlos Alberto hizo historia con sus trabajos en decenas de clubes brasileños y en el combinado nacional, al que dirigió durante 46 partidos”, señaló el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Marco Polo Del Nero, en un comunicado.
Silva, retirado del fútbol desde 2005, falleció por causas aún desconocidas en su residencia habitual, en Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais.
A final de 2016, el exentrenador se sometió a una cirugía del corazón y todavía estaba en periodo de recuperación.
El técnico dirigió a la Canarinha entre 1987 y 1988 con la que fue campeón panamericano, de la Copa Stanley Rous y del torneo preolímpico para los Juegos Olímpicos de Seúl, donde consiguió la medalla de plata.
En el combinado nacional promocionó a jugadores como el portero Taffarel o los centrocampistas Jorginho y Raí, base de la plantilla que consiguió el cuarto campeonato del mundo en el Mundial de 1994, celebrado en Estados Unidos.
En España dirigió al Deportivo la Coruña, mientras que en Portugal tomó las riendas del Oporto, con quien ganó dos ligas, y el Deportivo Santa Clara, y anteriormente viajó hasta Japón para ponerse el frente de Tokyo Verdy.
El funeral tendrá lugar este viernes en el cementerio Parque da Colina, en Belo Horizonte y el entierro está previsto para el sábado en el mismo lugar.
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