Después de permanecer cuatro días en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Ardila Lulle, Johanis Menco Castillo despertó a su nueva realidad y confiesa que no se llevó ninguna sorpresa. En su cama levantó la pierna derecha y al ver que ya no tenía la izquierda, amputada tras un accidente doméstico el pasado 28 de junio en Floridablanca, Santander, mantuvo la calma.
“Mi mamá y mi hermana lloraban y yo les preguntaba, ¿por qué lo hacen? Y ellas respondían: ‘porque era tu pierna o tu vida’... Se me salieron dos lágrimas y les dije: ‘Solo Dios sabe por qué hace las cosas’. Y el doctor me señaló: ‘Usted está viva de milagro, como el ave Fénix, vuelva a nacer’”.
Así relata la futbolista nacida en San Pablo, Bolívar, uno de los momentos más sentidos de este episodio que le ha tocado enfrentar luego de su infortunio, el pasado 28 de junio de este año.
Con serenidad, la mujer de tez trigueña y cabello negro y largo, prosigue...
“Eso lo hace reflexionar y pensar a uno, y si Dios me permitió vivir de nuevo fue por un propósito, por algo que tengo que hacer acá, y debo buscarlo para que me haga cada días más fuerte; el apoyo que he recibo también me fortalece”.
Cuenta que aún no ha visto todos los mensajes que le enviaron desde que la hospitalizaron (allá permaneció 14 días) y que de todos ellos el que más le llegó al corazón fue el de la reina Daniella Álvarez, quien recientemente vivió la misma situación.
“Fue un mensaje que me dio mucha fuerza mental para seguir adelante y como me dijo, ‘mientras haya vida, hay esperanza’. Eso motiva a continuar...”.
Los jugadores de la Selección Colombia, los antioqueños Juan Guillermo Cuadrado (Juventus) y David Ospina (Nápoles), le hicieron llegar videos con palabras de ánimo, así como Óscar Córdoba y su hija Vanessa, que también es guardameta.
Johanis, a quien desde niña le dicen “Purry”, ya está en casa bajo el cuidado de su familia y mantiene intacto el recuerdo del día que abandonó el hospital y el temor que sentía. Afuera, aparte de los seres queridos, la esperaban las compañeras y algunos profesores del equipo Real San Andrés, con el que participó como arquera en las tres ligas femeninas que van. En casa tuvo otro recibimiento.
“Todo fue espectacular, algo muy bonito, que me hizo derrotar el miedo que estaba sintiendo en ese momento, y me impulsa a seguir luchando por mis sueños”.
¿Y temor a qué?
“A salir a enfrentarme a una nueva Johanis que tiene que encarar la vida real y cómo estoy ahora, ponerle la cara a ese mundo, tengo que ser la que debe estar presente, en acción, miedo a eso”.
Pero por ahí leí una frase suya en la que irradiaba optimismo...
“Solo le dije a mi suegra (Janeth), cuando salí de UCI, “tienen negrita para mucho rato’ y ella la difundió por todos lados. Y es verdad, muy bueno”.
¿Cómo han sido estos últimos días para usted?
“Demasiado agitados en casa. En la clínica estuve más tranquila, en el sentido que no tenía prensa ni nada de eso. Como dice usted, más solicitada por los medios”.
Hace poco usted tenía una vida normal, ahora muchos la conocen en todo el país. ¿Cómo ha asumido este cambio?
“Llevaba tres meses en la casa preparándome, nunca dejé de entrenar, lo hacía fuerte. El 15 de junio decidí volver a la Ciudad Bonita (Bucaramanga) y sin embargo nunca bajé la guardia. Como mi novio ama el fútbol me iba con él y sus amigos a jugar, yo era la arquera, obviamente, y practicaba con ellos. Y de un momento a otro salté de la nada a la fama, a la niña popular, aunque me hubiese gustado que fuera por mi talento, no de esta forma”.
¿Es pronto para hacerlo, pero qué ha pensando hacia dónde enrutarse a partir de ahora?
“Hoy (martes) me visitó la gente de una empresa que fabrica prótesis, pero mi deseo es rehabilitarme lo más pronto posible y, por qué no, seguir con mi vida cotidiana, como la llevaba antes. Sí, cambiaron un poco los planes, pero muy mínimo; sin embargo, el resto va a seguir igual. Independiente del accidente, mi vida va a continuar lo mismo”.
¿Cómo ha sido ese recogimiento familiar?
“Mi familia ha sido clave en este proceso. He recibido mucho apoyo de mis papás, de mis hermanos, mi novio y de los suegros. Todos son el motor para que yo siga adelante, aparte de todas las personas que se han manifestado”.
¿Ha tenido contacto con la gente de su pueblo natal?
“Sí, y estoy muy agradecida con ellos porque se han hecho presentes con mensaje de solidaridad. Creo que están haciendo bonos y rifas para enviarme dinero para la prótesis, eso lo admiro mucho. En mi pueblo, como dicen en el colegio, he sido una niña muy popular. Tengo una gratitud inmensa con todos, no me han dejado sola”.
¿Y de las otras regiones ha sentido respaldo. En qué se puede ayudar?
“Por ahora estamos recolectando para la prótesis, no sé cuánto vaya a valer, y algunas personas han aportado su granito de arena. En mis redes sociales está el número de la cuenta y les agradecería mucho su aporte”.