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Blindar a la cantera es clave en este momento
Comenzanos un recorrido por las iniciativas y retos que tienen los 5 clubes antioqueños en sus bases formativas. Hoy, el DIM.
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153 futbolistas conforman las fuerzas básicas del Medellín con edaeds entre los 12 y los 20 años. FOTO cortesía dim
19 de mayo de 2020
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Apenas normal que, en la crisis que atraviesa el fútbol, la atención se centre en los jugadores profesionales más que en cualquier otro rol en este deporte.
Sin embargo, entre los cambios y consecuencias que traerá la coyuntura se habla poco de los procesos de las categorías juveniles, sobre todo en ligas con problemas estructurales endémicos como la colombiana.
Como pinta la cosa, dos panoramas podrían presentarse en torno a las canteras una vez se reactive la actividad del fútbol: que se abran nuevas plazas o que los proyectos de formación sufran recortes presupuestales devastadores.
El primer escenario ocurriría gracias a los trastornos que sufrirá el mercado, en el que se prevé poco flujo de dinero por las pérdidas generalizadas de los clubes, ante lo cual deban ampliar la participación de juveniles en los planteles profesionales. Esto dinamizaría el negocio en países como Colombia, en el que, como señala el formador de divisiones inferiores del Independiente Medellín, Sebastián Botero, se pierdan decenas de talentos por la falta de espacios competitivos.
“Creo que se subestima el daño que le hace a nuestro fútbol no contar con una categoría C. Eso Cada año corta un montón de procesos de jóvenes a quienes sus familias o la misma necesidad los lleva a frenar su formación para irse a trabajar o estudiar, porque estructuralmente nuestro fútbol no les ofrece oportunidades”, dice Botero.
En Colombia, cada año solo hay 900 cupos para profesionales en los torneos de primera y segunda divisiones, oferta que no cubre, según Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro), ni el 30% de la capacidad que tiene el país para producir jugadores.
La imposibilidad de realizar fichajes de alto valor mejoraría esta situación para cientos de jóvenes prospectos.
Más probable que este escenario es el del freno forzoso de procesos juveniles por la reducción de recursos.
Mientras se conoce el impacto real y posibles formas de palearlo, los clubes tienen la tarea inaplazable de reforzar el acompañamiento con sus jóvenes en formación.
En ese aspecto Independiente Medellín ha hecho algunas acciones durante este tiempo, no solo garantizando los entrenamientos sino ofreciendo espacios vitales para orientar emocionalmente a los muchachos.
Por ejemplo, Yulián Gómez, el lateral rojo que se recupera de una dura lesión, tuvo un emotivo encuentro virtual con decenas de jóvenes de las fuerzas básicas de la institución, en el que contó su historia para llegar al profesionalismo, y que sirve de espejo para las situaciones que han encontrado y encontrarán los aspirantes a futbolistas.
El jugador, surgido en la cantera roja, quien apenas hace poco pudo volver a caminar apoyado en muletas, hizo énfasis en la necesidad de que los canteranos tengan apertura para reinventarse en diferentes posiciones del campo y así ampliar sus posibilidades de jugar.
En el mensaje de Gómez y el que entregó también el técnico Aldo Bobadilla en una charla con los integrantes de la escuela de la RXN, coincide la vehemente invitación a asumir su formación futbolística con un nivel de responsabilidad y convicción inapelables pues es la única forma de prevalecer en una carrera que, antes de la pandemia ya era hostil y compleja, y que para salir a flote de la crisis actual deberá serlo aún más.
“Uno debe ser muy responsable, obediente y respetuoso en su vida, consigo mismo, con los superiores. Es la única forma de llegar”, recalcó Bobadilla ante la atenta mirada de quienes sueñan brillar en los campos en un futuro.
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canteranos han hecho parte activa del proceso de Aldo Bobadilla en el DIM.
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