El presente del Poderoso parece tener pocos lunares: líder del torneo, la segunda mejor defensa del certamen y clasificado con tranquilidad a las finales.
Uno de esos puntos que aún genera discordia en las filas rojas es la situación de Johan Arango. El vallecaucano rompió ayer el silencio con la prensa, diez días después de negarse a un control de alcoholemia del Tránsito.
Respecto al tema, el 10 expresó que no es tan grave como muchos lo han dicho. “Es tanto el control que hacen que si uno no accede a la prueba (de alcoholemia) le inmovilizan el carro y le quitan la licencia. (Sin embargo) Yo tengo mi carro”. Argumentó que la madrugada del 8 de mayo, después de la victoria en el clásico, era su día libre y que estaba compartiendo con su pareja. “Ni siquiera iba manejando el carro”.
Arango lamentó no haber podido dar más de su fútbol en el rojo y dejó entrever que su continuidad no está asegurada. “Triste por jugar poco, pero sé que muchos equipos quieren contar conmigo”.
Esta declaración prendió los rumores sobre que, finalizado el torneo, saldría de la institución. El presidente del club, Eduardo Silva, manifestó en DIM Radio que son falsos. “Lo estamos acompañando porque ha tenido algunos tropiezos, pero seguimos trabajando para que tenga un buen rendimiento deportivo”.
Lo más claro en el futuro de Johan es que no viajará a Tunja para el partido contra Chicó, según confimó su entrenador Leonel Álvarez.