El 7 de junio del año pasado no se le olvidará tan fácil a Ana Iris Segura. Esa tarde mientras intentaba levantar 99 kilos en su segundo intento del ejercicio del envión, sufrió un desmayo momentáneo al quedarse sin aire. “Casi me muero; por mi cabeza pasaron luego muchas cosas”, confiesa la pesista colombiana que, no obstante ese episodio, se consagró campeona panamericana de los 48 kilogramos.
El escenario fue el coliseo de pesas de Cartagena, donde Ana intentaba hacer una buena marca para asegurar el oro y pese a caer al piso y pasar en blanco los dos primeros levantamientos superó el impase y ganó. “Vengo trabajando muy fuerte y lo voy a lograr, me dije”. Eso le ayudó y con los 99 kilos se quedó con el oro del envión que sumó al total y a la plata en arranque (82-99-181).
Ha pasado el tiempo. Un año después, volverá a la escena continental, esta vez en Miami, donde desde mañana se disputará un nuevo Panamericano, en el que ella será la primera en competir.
La guerrera de Dios, como se califica, hace parte del equipo de 14 deportistas que lleva el país a ese certamen en el inicio del ciclo olímpico que conduce a Tokio-2020 .