Para Daniela Castaño nada ha sido fácil en el ecuestre. Desde que decidió, a los tres años de edad, montarse a un caballo de salto, le ha tocado recorrer caminos espinosos, pero ha salido triunfadora, con una carrera victoriosa desde el 2006 cuando fue campeona FEI preinfantil con el ejemplar Aguilán.
Pero ahora, su logro es de palabras mayores: representará a Colombia, como única antioqueña, en la Copa de Naciones, el máximo evento de la disciplina a nivel internacional.
Desde el pasado 7 de enero Daniela se trasladó a Ocala, Estados Unidos, con el único fin de conseguir el cupo y lo logró, gracias a sus presentaciones en Wellington sobre los lomos de Emilia y el gran manejo de su técnico Juan Manuel Gallego.
“El que persevera alcanza y creo que eso es lo que me ha sucedido. El cupo logrado me llena de felicidad y esperanza”, manifiesta Daniela, quien sigue pensando que su gran meta, como lo dijo cuando apenas tenía 10 años: “estar en unos Juegos Olímpicos”.
Para Daniela, lo sucedido con Emilia “fue amor a primera vista”, porque desde que su entrenador le consiguió esta yegua, los resultados han llegado más rápido de lo presupuestado.
“Creo que con Emilia me entiendo a la perfección y eso hace que se logren los buenos resultados. Ajustamos un año. Las dos estamos viviendo una experiencia maravillosa”.
Daniela, que estudia tercer semestre de Derecho en Eafit, sabe que del ecuestre es casi imposible vivir, porque se tendría que radicar en Europa y “yo no sirvo para estar alejada de mi familia. Por eso tengo la alternativa de ejercer mi profesión cuando la termine. Por el viaje a Estados Unidos la suspendí este año. Pero regresaré para el segundo semestre”, dice.
Su mamá, Piedad Sánchez considera que Daniela nació viejita, porque es “sumamente juiciosa, seria responsable y muy perfeccionista”.
Campeona nacional de la categoría infantil en 2010, Daniela tiene un corazón tan grande que, según su mamá, la lleva a repartir todos los premios que se gana, con su palafrenero.
Esta joven jinete también estuvo a punto de retirarse del ecuestre, al ver que los resultados no se le daban para estar en grandes ligas, pero el año pasado se motivó mucho con la presentación en el Campeonato Americano de Chile.
“Fue importante quedar en el séptimo lugar, porque me animó mucho y por eso con la ayuda de mis padres, decidimos trasladarnos a Estados Unidos, junto con mi hermano Daniel, quien no logró el cupo, pero ha vivido una maravillosa experiencia”, agrega Daniela.
A la jinete antioqueña le llegó la hora de mostrarse en el mejor evento ecuestre y ella está segura que lo hará “con lujo de detalles”.