La mesa de juego parece ser tan grande que casi tapa a Emanuel Otálvaro. A este pequeño le toca hacer un esfuerzo más que grande para pegarle a la bola y que pase al área del rival.
Semeja un mayor, su rostro, casi siempre serio, así hace pensar. Según su madre, Yolanda García, es malgeniado, pero muy buen estudiante y deportista. Su día lo reparte entre el estudio y el deporte, porque además practica ciclismo, fútbol y natación.
Tiene seis años, es bastante tímido, habla poco y le toca a su mamá ayudarle. “A mi me gusta más el fútbol”, alcanza a decir, cuando se le pregunta qué más juega.
Emanuel, lleva dos años en la escuela de fútbol Bienestar Ejercicio y el mismo tiempo en natación en Comfama. Desde hace un año se metió al tenis de mesa, siguiendo los pasos de su hermano Álex Federico y tiene descrestado a todo el mundo, especialmente a sus técnicos León Martínez y Juan Jiménez.
“A su edad, lo que hace, es para pensar que tiene un gran futuro en este deporte. Desde hace menos de un año viene trabajando en el Club de Rionegro y en poco tiempo, su avance es mucho. Tiene talento y potencia”, dice León Martínez.
Nació en la vereda Cuchillas y todos los días se levanta a las 6:15 a.m. para salir a estudiar. Este año hace segundo grado en el colegio Juan Manuel González. A las 12:00 m. llega a la casa y a la 1:00 p.m. sale a entrenar tenis de mesa durante cuatro horas. Miércoles y sábados no le falla a la natación en Comfama. “A mi me gusta mucho el tenis de mesa, pero cuando esté grande, quiero ser futbolista, estar en Nacional, mi equipo”.
“Es un niño con mucho talento que sigue los pasos de figuras como Miguel Aguirre y Manuela Echeverri”, manifiesta Martínez .
