La patada de Valentino Rossi al piloto español Marc Márquez en el Gran Premio de Malasia de motociclismo está al mismo nivel que el cabezazo de Zidane a Materazzi en la final del Mundial de Alemania de 2006, publicó ayer el diario deportivo francés “L’ Equipe”.
Este incidente le complica a Rossi sus aspiraciones de lograr su décimo título mundial, ya que le costó una sanción y tendrá que salir desde la última plaza de la parrilla de la siguiente carrera del campeonato en Valencia, el próximo 8 de noviembre, y defender así sus siete puntos de ventaja sobre Jorge Lorenzo.
Rossi afirmó: “Márquez no quería que yo fuera campeón este año”. Nunca perdonó los duelos entre ambos que el español perdió en los grandes premios de Argentina y Assen.
“En Malasia, él frenaba en las curvas y no aceleraba en las rectas para hacerme perder tiempo”, dijo Rossi, que aseguró que no quería que Márquez se fuera el suelo, “pero cuando vino sobre mí, me tocó la pierna y cayó al suelo. No le di ninguna patada”.
La versión de Márquez fue distinta. El catalán declaró que desde el GPde Australia, el italiano lo provoca. Subrayó que él nunca “ralentizó” su ritmo: “solo hace falta mirar los tiempos. Es inadmisible que me haya dado una patada en el manillar para hacerme caer”.
Un miembro del equipo Yamaha afirmó que “Márquez es un perro igual que Rossi” y que su comportamiento “nada tiene que ver con pilotos como Biaggi o Gibernau”.
Para él, Rossi traspasó los límites y calificó la acción del nueve veces campeón del mundo de un mal gesto que le da una pésima imagen de este deporte, que no beneficia a nadie. “Se comportaron como niños”, añadió, antes de lamentar la patada a Márquez: “ese gesto va a hacerle perder el respeto de muchos de sus aficionados”.
En Valencia, España, se decidirá el título mundial de este año que tras la acción de Rossi parece favorable a su compañero de equipo, el ibérico Jorge Lorenzo .