Diana Ramírez es una mujer de puños tomar. Lleva 16 años de su vida dedicada al karate y bajo la batuta de su hermano, el múltiple campeón mundial Guillermo Memo Ramírez.
“Inicié en el karate a los 14 años impulsada por Guillermo y solo con ocho días de entrenamiento me inscribieron a un campeonato departamental, en el cual salí seleccionada para representar a Antioquia en un Nacional y en este obtuve una medalla de plata”, recuerda.
Con ese logro se dio cuenta que tenía madera para el karate: “clasifiqué a la Selección Colombia a los 16 años y, lástimosamente, el evento al que iba se cruzó con las pruebas Icfes y me tocó aplazar esa ilusión”.
Pero eso no le impidió regresar a la Selección, de la cual hace parte desde 2007 y ha venido forjando su experiencia en eventos centroamericanos, panamericanos, suramericanos y abiertos mundiales.
Hoy, a sus 26 años, asistirá a su primer campeonato Mundial. Ayer viajó cargada de ilusiones a Austria, para el pesaje del miércoles y competir el jueves en la categoría kumite (-61 kg).
“Estoy muy expectante de lo que pueda lograr. El objetivo es el podio ya que es el inicio del proceso a Tokio 2020”.
Diana no solo se defiende con sus puños, katas y patada, sino también con los libros. Está cursando cuarto año de Derecho en la Universidad de Medellín y además es una ávida coleccionista de los libros y las películas de Harry Potter.
Su amor por la disciplina se lo inculcó su hermano. “Crecí viéndolo a él y es mi más grande referente. Admiro su actitud, ejecución, técnica y gran habilidad en los combates. El karate ha fortalecido los lazos familiares, porque es una pasión que compartimos los dos y nuestros padres (Nelson Ramírez y Olga Gutiérrez), además de nuestra hermana Vanessa, siempre nos apoyan y lo practican como hobbie, lo que les permite entender mejor las competencias y la exigencia de cada entrenamiento”.