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La ciudad protege como joyas todos sus escenarios, pues desde hace una década, cuando la unidad deportiva Atanasio Girardot y otros lugares dedicados a la actividad física y el alto rendimiento sufrieron una transformación con motivo de la realización de los Juegos Suramericanos-2010, estos se convirtieron en atractivos turísticos para los visitantes, aparte de ser “pulmones” para los atletas de la región.
En tiempos normales, por allí se ve gente de otras ciudades, e inclusive del exterior, merodeando y tomándose fotografías en las piscinas, en los coliseos de voleibol, baloncesto, gimnasia, combates, entre otros, y afuera y dentro del Estadio, así como en el museo que reinauguraron el año pasado (ver recuadro).
Por eso cuando se presenta la oportunidad de hacerles mantenimiento preventivo, el Instituto de Deportes y Recreación de Medellín (Inder) no duda en hacerlo.
Durante la Cuarentena por la Vida, liderada por la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Medellín, en la cual estos espacios se cerraron para el público, trabajadores del Inder dedicaron su tiempo a darles “toques preventivos”. Las labores, sin embargo, fueron suspendidas desde el martes pasado, acatando el mandato nacional de aislamiento obligatorio por causa de la pandemia de la covid-19.
“La Brigada de Mantenimiento del Instituto se encargó de mejorarlos con un equipo interdisciplinario, con el que se cumplen los protocolos de cuidado”, señaló la entidad.
El Complejo Acuático recibió, en meses recientes, un retoque en 6 de los 12 escenarios que lo conforman. Para la intervención, que fue prioridad de la anterior administración municipal porque desde hacía 9 años que no los habían mejorado, se invirtieron 2.028 millones de pesos.
Para tener una referencia de su uso, allí acude mensualmente un promedio de 45.000 personas entre deportistas élite y bañistas recreativos de las diferentes modalidades: natación carrera, nado sincronizado, clavados y rugby subacuático, entre otros.
El día de la entrega, el 26 de febrero, el alcalde Daniel Quintero Calle recordó que “estas obras son muy importantes porque Medellín se ha puesto la meta de ser la sede de los Juegos Olímpicos de la Juventud y queremos tener todos los escenarios en óptimas condiciones”.
Esta capital intentó organizar las justas juveniles de 2018, pero Buenos Aires, Argentina, le ganó el pulso por tener mejor infraestructura. Ahora, sin embargo, aparte de haber progresado en ese aspecto, sus dirigentes gozan de más roce y contactos internacionales para hacer realidad esa meta en el año 2026.
Por su parte, la gerente de Inder, Diana Toro Zuleta, cuando aún no se habían postergado los Juegos Olímpicos de Tokio-2020, recordó que en Medellín viven muchos atletas que se preparan para asistir a esas justas y es necesario ofrecerles sitios adecuados para su preparación. “Por eso hemos hecho un esfuerzo grandísimo para poder concluir con las intervenciones”.
Ambas apreciaciones son válidas, máxime en una ciudad que constantemente alberga certámenes internacionales, algo que volverá a tomar fuerza tras el anuncio del Alcalde de volver a ser la capital deportiva de Colombia.
El primer gran evento del ciclo olímpico que se hizo en la capital antioqueña fueron los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1978.
Jorge Correa, director ejecutivo de la Liga de Voleibol de Antioquia, señaló que en días pasados hubo una reunión con el administrador de la unidad deportiva Atanasio Girardot, Juan José Moreno, y este les dijo que hay total disposición para hacerles mantenimiento a los coliseos de voleibol (Yesid Santos), baloncesto (Iván de Bedout) y gimnasia (Jorge Hugo Giraldo), entre otros. “Sería muy bueno, pues ya es necesario porque ya llevamos 10 años de remodelación y hacen falta cosas, algunos nos quejamos de que hay goteras y otros aspectos por resolver”.
El entrenador de atletismo Raúl Díaz manifestó que, en términos de obras de infraestructura que están en estudio, la pista del estadio Alfonso Galvis presenta deterioro y que si se pretende traer certámenes grandes hay que ponerle mano: “Presenta ondulaciones, está dura y eso permite que haya lesiones”.
La unidad deportiva Atanasio Girardot, según se reseña en el libro de sus 60 años, cuenta con un área total de 324.519 metros cuadrados y tiene capacidad para albergar a 78.545 espectadores y más de 400 atletas en competencia. Los datos de uso son de 240 mil personas al mes, aproximadamente, incluyendo usuarios de ciclovías y asistentes a eventos. Como usuarios activos (deportistas) la cifra alcanza unos 90.000.
De ahí la importancia que el Inder le brinda, al aprovechar cualquier momento apropiado para consentirla como sucedió en días recientes de cuarentena.