En juego largo hay desquite, así lo dice el refrán popular y fue precisamente lo que le pasó a Laura López Guarín en el Suramericano de esgrima, ya que ganó la final de sable en la categoría juvenil ante la venezolana Katerine Paredes, quien la había derrotado el día anterior.
Laura se acostó el miércoles con el sinsabor de haber perdido el oro en la final de cadetes ante Paredes, por eso al día siguiente cuando la tuvo de nuevo en frente para disputar el primer lugar se prometió no cometer errores.
“Fue maravilloso, porque el día anterior había disputado el oro ante ella en cadetes y perdí, por eso cuando la vi otra vez frente a mi en la final, ya sabía qué hacer para ganar y lo logré”, argumentó emocionada la tiradora paisa.
Laura, quien tuvo que dejar en el camino a tres rivales, incluida la colombiana Adriana Ibañez, vio cómo el destino le daba una nueva oportunidad de sacarse la espinita que le había quedado cuando el oro se le esfumó. Y logró su objetivo, con un resultado de 15-10 venció a la venezolana para ajustar su segunda medalla en el Suramericano en Bogotá.
“El equipo de Venezuela estuvo en el pasado Mundial. Sus integrantes tienen un nivel muy alto, por eso el reto era bastante exigente, así que disfruté mucho ganar la medalla”, dijo Laura.
Quien también saltó de alegría fue su mamá Ruth Guarín, quien la acompaña en el torneo y saltó en la tribuna.
“Fue muy emocionante verla ganar, además lo hizo ante la venezolana que se ha destacado en el torneo”, recalcó la orgullosa madre.
Laura, por su parte se lanzó a celebrar el oro con el técnico Emmanuel Hoyos y dijo además que “el resultado lo logré gracias al apoyo de mi entrenador y mis compañeros; es el fruto de un año duro de trabajo, la confirmación de que estamos haciendo las cosas bien, que vamos por el camino correcto”.