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Salomé combina arte y carisma

A sus 9 años,

se proyecta como campeona. Canto y dibujo, otras de sus habilidades.

  • En los aparatos que compiten las figuras del Pacific Rim, Salomé mostró todas sus capacidades. FOTOs Jaime Pérez
    En los aparatos que compiten las figuras del Pacific Rim, Salomé mostró todas sus capacidades. FOTOs Jaime Pérez
  • Salomé combina arte y carisma
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Salomé combina arte y carisma
28 de abril de 2018
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La lucha que libró para sobrevivir convirtió a Salomé Renjifo Quintero en una persona fuerte y combativa. Cuando nació, cuenta su mamá (Dora Patricia), la pequeña permaneció 38 días hospitalizada por problemas respiratorios, con tres crisis en las que los médicos le pidieron a la familia ir a despedirse de ella.

Pero tras ese episodio todo ha sido fácil para la niña de ojos negros que sobresale en la gimnasia, el estudio y la música, y es la consentida de sus padres y cinco hermanos mayores (Leidy, Jimmy, Mauricio, Isabela y David).

Su cuerpo se balancea con facilidad cuando practica barras asimétricas, salto, viga de equilibrio y suelo (aparato que más disfruta). “La gimnasia me agrada porque es divertida y riesgosa”, expresa con una sonrisa generosa en su cara menuda, al confesar que admira a Ginna Escobar y a Marcela Sandoval, figuras de la Selección Colombia.

La trusa con los distintivos de Antioquia moldea la figura de esta preinfantil que va camino al alto rendimiento, y el peinado que se turnan la tía Silvia y la prima Mary Luz la hacen ver elegante. Camina firme y segura, cual campeona que exhibe con orgullo las medallas luego de incursionar en esta disciplina a los tres años en los días que su mamá la llevaba con su hermana Isabela a ver entrenar a la prima María Paulina López.

Su talento innato ha sido pulido por Juliana Ruiz, Gabriela Gómez, Jorge Hugo Giraldo, Andrés Marín, Carlos Orozco, Leisy Fonseca y Diego Medina.

Dora, ama de casa, la define como una niña independiente, fuerte y tranquila. “Lo que se propone lo logra, así ha subido el nivel deportivo tan rápido”. Un temperamento que, según ella, aplaude su esposo José Amado.

Días productivos

Si no está entrenado (dos horas en la mañana y dos en la tarde), Salomé pasa el tiempo en el estudio, en la Villa Deportiva (ver ficha). En estas labores comparte con sus amigas Mariana Castaño, Ximena Alzate y Jade Piñeros.

En los momentos libres estudia música, dibuja, disfruta de la compañía de las mascotas de la casa, tres gatos a los que llaman Lunita, Botas y Motita. Y saborea los fideos con pollo que le prepara su mamá, quien se convirtió en la guía del grupo de gimnastas apoyados por la Liga.

En las noches su ángel guardián es un peluche, al que “bautizó” Peluchín, así este casi siempre termine en el suelo, cuenta entre risas la chiquilla.

Y como sucede con los hijos menores que tienen habilidades artísticas, en las reuniones familiares es la “invitada especial”, aunque ella comenta, con picardía, que frente a los tíos y primos le da pena cantar. Los Renjifo Quintero vivían en Santa Lucía, pero se mudaron a Los Colores, cerca del estadio, para facilitarles el traslado al coliseo a Salomé e Isabela (practica trampolín).

Extrovertida y dinámica, esta atleta en ciernes habla con claridad sobre sus objetivos. Mientras observa el paso de las delegaciones extranjeras que vinieron el Pacific Rim en Medellín, señala que quiere ser como ellos.

Su actual entrenador Diego Medina, vinculado a la Selección Colombia, asegura que Salomé posee grandes capacidades, especialmente en la parte artística: “Tiene mucho arte en su personalidad y lo refleja en los movimientos. Estéticamente gusta mucho porque cuenta con las condiciones propicias para la gimnasia: flexibilidad, fuerza y potencia que, combinadas con el arte, le dan armonía y expresión”.

Medina también resalta la inteligencia motriz e intelectual de Salomé: “Se desenvuelve bien en todo y su proyección es buena; esperamos que sea una de las mejores de Colombia en su categoría”.

Próxima a cumplir 9 años, este campeona ya colecciona medallas y se ilusiona con la posibilidad de ir a un campamento a Houston, EE. UU., a mitad de este año, para lo cual buscan los recursos. “Me emociona ese viaje porque por primera vez voy a montar en avión”, confiesa ilusionada la pequeña que, recién nacida, logró sus primeros triunfos.

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