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Un “Pitbull” inspira en las artes marciales mixtas del país
Este antioqueño, pionero en el país, volverá a las jaulas convencido del futuro que tienen los jóvenes en esta disciplina. Crecen los practicantes.
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En primer plano aparece Sebastián “El Pitbull” Piedrahíta, antioqueño pionero de las artes marciales mixtas del país y quien regresará al octágono la próxima semana en Bogotá. FOTO edwin bustamante
02 de diciembre de 2021
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Abrir camino en un deporte que es estigmatizado por considerarse violento, pese a que las estadísticas muestran que hay más muertes en el boxeo que en las artes marciales mixtas, no es fácil. Pero cuando alguien tiene una pasión y una vocación es difícil contenerla.
Es el caso del antioqueño Sebastián Piedrahíta, uno de los pioneros de esta disciplina en el país y que, como su apodo lo indica, “El Pitbull”, con fuerza, intensidad y tenacidad se ha encargado de abrirle las puertas a jóvenes que ven en esta disciplina una oportunidad para gastar su energía, alejarse de los vicios y desahogarse. Y de estar en un deporte de contacto en un ambiente controlado con árbitros, jueces y personal de salud para evitar cualquier susto en el octágono.
Es diseñador visual y está vinculado a una empresa, y asegura que no es fácil conseguir los permisos para entrenar. “Me toca repartir bien el tiempo para no dejar las labores que me sostienen actualmente”.
Para los que no saben, un peleador de artes marciales mixtas necesita, mínimo, de tres meses de entrenamiento para un combate, con jornadas de 6 horas diarias.
Así que robarle tiempo al trabajo con el que se ganan la vida no es fácil. Y es que ellos, los peleadores nacionales, no tienen la visibilidad de otros que ya están en las grandes ligas como Sabina Mazo, única colombiana en la UFC (la compañía de artes marciales más importante del mundo) o Alejandra Lara en Bellator (la que le sigue en importancia), y que ahora, después de años de mucho sacrificio y esfuerzo, viven de este deporte.
Según cifras del Ministerio del Deporte, de cinco niños en Colombia, tres quieren ser futbolistas; y en los últimos 10 años algunos pretenden ser ciclistas y otros se dedican a deportes no convencionales.
Llegó el cuarto de hora
Sin embargo, la fiebre que despertaron atletas internacionales como Conor McGregor, Ronda Rousey, Forrest Griffin, por mencionar algunos, ha llevado a un boom de esta disciplina en el país.
Esta emoción, no obstante, mermó con la pandemia por las restricciones y más en un deporte que vive de las entradas que pagan los aficionados.
Regresaron los eventos
Por eso, después de los largos confinamientos han vuelto los eventos en distintas ciudades de Colombia para que estos jóvenes, que combinan esta pasión con otros trabajos, puedan continuar con sus carreras deportivas y soñando con llegar a lo más alto a nivel mundial.
Sebastián es obstinado y gracias a esa terquedad ha visto cómo esta disciplina crece día a día, y también gana aficionados que llenan los coliseos, sobre todo en Medellín que se ha constituido en la capital de las artes marciales mixtas.
Tal vez por eso tiene tatuado un pitbull en su brazo izquierdo. Así como la raza de ese perro, que no renuncia a su instinto, él no tira la toalla por lograr que este deporte siga en ese ascenso y le robe jóvenes a la violencia.
El próximo viernes 10 de diciembre Bogotá será el escenario para que Sebastián, junto a otros 10 peleadores, uno de ellos el francés Alexandre Berteloot, se reúnan en el evento Match Maker para regresar nuevamente a las jaulas y allí, golpe a golpe o agarre tras agarre, quemen toda la adrenalina posible.
El turno para Medellín será en febrero y tiene el éxito garantizado con el UGP (Último Guerrero en Pie), compañía que ha logrado llevar más de 2.000 aficionados a sus eventos y tiene la firme convicción de romper el récord de aforo.
Por ahora, Sebastián sigue ilusionándose con lo lejos que desea llegar en las artes marciales mixtas. “Quiero ser un referente que creyó y se apasionó por este cuento. Así como la UFC se creó desde cero, acá en Colombia hemos avanzado, pero nos falta. Si se dan las oportunidades de pelear en ligas grandes sería genial, además de poder llegar a ser campeón mundial”.
Las ganas permanecen
Tiene 29 años, pero en él permanecen las ansias de un joven de 16 y cree que aún está lejos del retiro. No le gustan los regionalismos y cree que ese pensamiento le ha hecho mucho daño a Colombia. “No me gusta que me califiquen como el mejor del departamento, no me agrada ponerme esos títulos. Lo que sí quiero es que este deporte crezca gracias a lo que hago, para que en un futuro tengamos ligas muy grandes que exporten peleadores”
https://www.elcolombiano.com/deportes/otros-deportes/la-lucha-de-las-artes-marciales-mixtas-por-tener-una-federacion-en-colombia-CM14818280
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