Diana Osorio está cerca de convertirse en madre por segunda vez, mientras tanto, el tiempo en familia lo alterna con la campaña de su esposo, Daniel Quintero, candidato a la Alcaldía de Medellín por el movimiento Independientes. Lo conoció hace 14 años comiendo perro caliente en el barrio tricentenario. “Éramos activistas, de esos jóvenes que quieren cambiar el mundo”.
Ocho años después sería su pareja, lo acompañó haciendo campaña por el Sí en el plebiscito, “porque era lo correcto”, apoyando la consulta anticorrupción, y hasta pidió licencia en su trabajo en Bogotá para estar en Medellín como activista.
Osorio no se ha quedado quieta: hizo su práctica universitaria en la OEA, en Washington, fue becada por el departamento de Estado de Estados Unidos, tuvo otra beca que la llevó a Japón y su maestría la estudió en la Universidad de York, en Inglaterra. Esta es su historia.
Medellín es conservadora y Daniel un alternativo. ¿Eso podría jugar en contra?
“Nos quieren meter en una polarización que hace perder ideales para defender o atacar personas. ¿La cuarta revolución y la defensa del ambiente son conservadoras o liberales, de izquierda o derecha? Hay tintes políticos que son causas humanas, no de ideologías. Nuestras causas: paz, ambiente, educación y tecnología”.
Daniel apoyó a Petro. ¿Por eso quedó en el medio de la polarización?
“La votación de una segunda vuelta presidencial no define quién eres, no es un sufragio de corazón. Nuestro voto de corazón fue por Humberto de la Calle. Lo que están haciendo es políticamente calculado, Uribe lo señaló de agente de Petro. Entonces, ¿diez millones de personas que votaron por Duque son 10 millones de agentes en todo el país?”.
Se acercó al Partido Verde...
“Las bases verdes de candidatos buscaron a Daniel para tener un acercamiento con una candidatura que tiene los mismos ideales. Se nos olvida qué representan las ideas y no quiénes las representan”.
A Daniel lo señalan de ser de izquierda. ¿Lo es?
“¿Cómo va a ser de izquierda un hombre que sabe cómo crear un negocio, cómo ser exitoso, pero que también ha fracasado haciendo empresa? En una época de posverdad, en la que las fake news han ganado campañas, es más importante la fuente que la información que lo que se dice”.
¿Cuál será su bandera como primera dama?
“Ambiente, niñez y mujer. Esto va envuelto en unos ejes transversales que son paz, voluntariado, tecnología y cultura. Cuando tú fortaleces el empoderamiento de la mujer, le das herramientas de educación para la paz a los niños, haces planes con maestras y promueves un mejor ambiente, contribuyes a la paz. Esto es lo que puedo hacer”.
¿Cómo lo financiaría si siempre falta plata para lo social?
“Daniel me dio un consejo cuando empecé en cargos directivos: no llegas cambiando cosas, sino escuchando para tener un diagnóstico. Estos planes los puedo hacer con cooperación a través de la Agencia de Cooperación Internacional, con gente dispuesta a donar y el sector académico a través de pasantes. Vengo del sector social donde te toca rebuscarte las cosas para armar algo”.
Una de las banderas es la mujer. ¿Cómo la empoderaría?
“Cuando una primera dama asume proyectos con impacto es un mensaje de que ellas también se pueden empoderar, que muy pronto podemos tener a una alcaldesa. A veces creemos que sino tenemos un prototipo de liderazgo masculino no podemos ser líderes. Pero desde cualquier ámbito que nos pongan podemos serlo”.
¿Qué lugares considera necesitan atención urgente?
“Hay vacíos tangibles en un lugar como el Popular, pero intangibles en sectores como El Poblado. Por eso hablo de los museos móviles y el voluntariado que permite ir a zonas donde otros no van. Estamos ante una segregación de ciudad y hay que buscar excusas para conocernos como sociedad”.
¿Por qué cree que Daniel debe ser alcalde?
“Es honesto, conoce cómo puede vivir cada medellinense. Sabe lo que es no tener para el siguiente almuerzo, pero también qué es estudiar en Boston y en Harvard. Es la persona que más puede llevar a Medellín al futuro, entiende cómo se mueve el mundo, cómo es la tecnología, cómo se puede llevar una ciudad a la nueva era de la cuarta revolución”.
Y si no es Daniel,
¿entonces quién?
“Obviamente un alternativo. La ciudad necesita avanzar en esos temas y a una persona que entienda la cuarta revolución. No es un titular de que vamos a abrir un centro, sino de cómo ingresar e insertar a la ciudad y a los jóvenes en esto. Daniel es la persona más preparada para hacerlo.
2007
Se gradúa de la Universidad San Martín de Finanzas y Relaciones Internacionales. Su práctica la hizo en la Organización de Estados Americanos, en Washington, en desarrollo sostenible.
2012
Becada por el Departamento de Estado de Estados Unidos para estudiar un fellowship en gobierno y prácticas legislativas. El curso era de la Oficina de Asuntos Educativos y Culturales.
2014
Se gradúa de la maestría de Post-war Recovery Studies de la Universidad de York, en Inglaterra. El programa es relativo a los desafíos del conflicto y a cómo llevar soluciones a las comunidades.
2016
Vuelve a ser becada, esta vez por la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (Jica) para estudiar un método de mejoramiento de vida en comunidad la rural en Japón.
2017
Directora de una fundación de una empresa en Bogotá relacionada. Trabajó dos años y medio en el cooperativismo y el sector solidario. En ese tiempo también se convirtió en mamá.
Periodista egresada de la facultad de Comunicación Social - Periodismo de la Universidad Pontificia Bolivariana.