En una esquina del parque principal de Andes se encuentra el Supermercado Familiar. En sus estantes y pasillos, los habitantes de este municipio han encontrado por casi 40 años, una gran variedad de productos y servicios como abarrotes, carnicería, verdulería, juguetería, droguería, lencería, entre otras líneas que han posicionado la empresa como un referente para hacer las compras en el pueblo.
El local de dos pisos y con una ubicación estratégica fue ideado por Tiberio Ruiz, un campesino y empresario, que en la década de los 80, creó una tienda, en las cercanías del parque, enfocada en temas agrarios. Sin embargo, como para la época, las opciones de venta de víveres y abarrotes eran escasas y estaban en manos de las cooperativas cafeteras, Tiberio vio una oportunidad para crear algo similar. Consiguió un recurso y adquirió un local en la plaza que convirtió en una tienda.
Por problemas familiares y debido a la violencia que se vivía, Tiberio cedió la administración a su hija, Clara Lucía Ruiz, quien a sus 21 años asumió las riendas del negocio y la consolidó. Ella se encargó de convertirla en una supertienda y luego en un supermercado. Lideró la ampliación del local y de diversificar sus servicios. En la actualidad cuentan con 40 empleados directos, y en temporadas altas pueden llegar a duplicar este número.
“Nosotros nos hemos distinguido por ser muy cercanos y amigables con el pueblo. Mi abuelo nos inculcó mucho el concepto familiar a nosotros, entonces la gente también nos ve con esos valores. Además, somos un pueblo muy veredal y prestamos el servicio a domicilio a las poblaciones rurales. El supermercado, incluso, empezó con 6 trabajadores, y varios de ellos hasta me cargaron cuando yo era pequeño”, cuenta Daniel Andrés Mejia Ruiz, quien hace unos años, junto a su madre Clara, lidera la empresa.
Contiguo al Supermercado Familiar está el Hotel San Juan, otro de los sueños que Tiberio visionó, puesto que su meta era tener su vivienda encima de su negocio. Hace 12 años, con el esfuerzo de su hija y su nieto, ese objetivo se cumplió. Con las asesorías de conocidas, el San Juan se convirtió en uno de los hoteles grandes que tiene Andes.
“Él siempre estuvo muy ligado al pueblo, aquí vivió lo bueno y lo malo. Incluso cuando se alejó por un tiempo, llamaba a mi mamá para ver cómo se podía hacer realidad el hotel, hasta que lo logramos. Y él pudo vivir sus últimos años en el hotel”, destaca Daniel.
En este camino, la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia ha sido un aliado estratégico gracias a las herramientas que siempre tienen disponibles. Ahora la visión de Supermercados Familiar está enfocada en consolidarse mucho más, para que los andinos encuentren siempre un local que los atienda con calidez y cercanía.
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