¡Colombia es una fiesta… La Selección, de la mano de un argentino, pero con la sangre de una generación que aprendió a ganar desde joven, cada día está más cerca de convertir realidad el sueño de regresar a un Mundial. ¡Qué cerca está Brasil…
Ayer, como el baile de Pablo Armero en el último gol, ¡Colombia está enloquecida… El jolgorio costeño del Metropolitano se contagió en todo el país, gracias a un 5-0 que más que un número ancho es una esperanza gigante.
Por 90 minutos, el talento de Macnelly Torres, la magia de Juan Guillermo Cuadrado, la entrega de Teófilo Gutiérrez, la fiereza de Falcao García, unieron a un país que siempre necesita de alegrías, y se había olvidado de buscarlas en el fútbol. El bullicio de Barranquilla, ese ole ensordecedor de los últimos minutos que hace erizar la piel, es el comienzo de la fiesta en todo Colombia. El inicio de la transformación de una ilusión en una soñada realidad.
De la mano del argentino José Pekerman, quien le devolvió el trabajo en equipo y el bien común a un grupo de estrellas del balón, Colombia está feliz. Los tantos de Macnelly (20’), Valdéz (48’), Gutiérrez (61’), Falcao (86’) y Armero (91’) así como el arco en cero de David Ospina (el menos vencido de la Eliminatoria), son razones suficientes para pintar una sonrisa en el fin de semana, y porqué no, olvidarse por unos segundos de los problemas, y pensar que el nombre del país hoy es sinónimo de victoria.
Aún quedan siete fechas y 21 puntos por disputar. Colombia, con su triunfo, llega a las 19 unidades, no es líder de la Eliminatoria, y sus cuentas aún son insuficientes para sentirse en la Copa del Mundo de Brasil. Pero a hoy, ¿quién le quita esta alegría al país? Sí, Colombia está feliz.
Pico y Placa Medellín
viernes
no
no