C ansado de renegar en los tacos que se forman por las obras, Richard, un comerciante que utiliza con frecuencia la variante de Caldas, un día se vistió de paciencia y contó los vehículos detenidos al paso por La Tablaza: entre mulas, buses y particulares sumó 156.
Esa escena, vivida una tarde en uno de los frentes de "pare y siga", da una idea del suplicio para los viajeros que deben utilizar la vía que se interviene por los trabajos de doble calzada, pero también respalda la visión del consorcio constructor.
Los fines de semana y los puentes festivos suele ser más agudo el problema por la alta afluencia de vehículos que sale de la ciudad, pero hoy se espera romper con esa tendencia, al "desahogar" el paso por uno de los cuellos de botella más críticos.
Para lograrlo, desde esta tarde se habilitará el tránsito por el viaducto que hace parte del retorno de La Tablaza, por el que podrán pasar los vehículos en forma continua, y así liberar el taco permanente que se forma en el sitio.
En ese lugar, marcado con el kilómetro 6+500 en el sentido Caldas-Medellín, ayer se concentraban un cargador, una retroexcavadora, dos motoniveladoras y dos vibrocompactadores para terminar los empalmes 100 metros antes y después del puente. "En este frente trabajamos todos los días hasta las 11:00 de la noche", subrayó Albeiro Rosero, ingeniero residente del Consorcio Vial de Occidente, que construye la doble calzada.
La actividad se concentra en el sector dos de Ancón Sur-Primavera, conocido como Paso de Montaña, que el vocero evalúa con una ejecución del 60 por ciento.
Tacos y capacidad copada
En cuanto a las quejas por los tacos permanentes, Rosero sostuvo que es innegable la saturación vehicular que soporta la vía de tráfico de pasajeros de carga, que la congestionan así no tuviera frentes de obra. "La carretera agotó su capacidad", dijo.
Pero a los tacos cotidianos agrega la falta de civismo de muchos conductores que no respetan los "pare y siga" de 10 minutos en promedio, se salen de la fila e invaden el carril contrario, causando bloqueos totales.
El director de Interventoría de la obra, ingeniero Saúl Posada Ochoa, respaldó a Rosero en su apreciación sobre el volumen de tráfico y aseguró que esta es la única carretera en Antioquia sometida a trabajos de ampliación que no ha tenido cierres totales y continuos, como si los hubo en Las Palmas, Santa Elena y la Vía al Mar.
"Está en zona de montaña, con condiciones de inestabilidad críticas y solo se ha manejado con pare y sigas", destacó, tras observar que es increíble la cantidad de automotores que circula por ella entre las 6:00 y 8:00 de la mañana.
No estará en diciembre
Según Posada Ochoa, el proyecto en su conjunto avanza en un 60 por ciento y hay presupuesto para el resto del año, pero no alcanzará a terminarse a diciembre 31 como estaba programado. "Hacemos un balance para definir la necesidad de adición presupuestal", dijo.
El tema de compra de predios o permiso de uso de los mismos, añadió, está superado en un 96 por ciento y falta un pequeño número que tendrán que ser expropiados por dificultad en la negociación.
Posada valoró que el contratista ha tenido personal suficiente, capacidad operativa y flujo de fondos para imprimir buen ritmo a las obras, pero admitió que desde mayo el duro invierno las ha afectado. El Invías, notificó, estudiará las circunstancias que impiden cumplir el cronograma.
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