Una mujer secuestró, violó y asesinó a una niña de 8 años y metió su cadáver en una maleta arrojada en un estanque a unos kilómetros de su casa, afirmaron este martes los fiscales.
Melissa Huckaby, de 28 años, fue acusada de asesinar a Sandra Cantú, de padres mexicanos y amiga de la hija de Huckaby, en un delito que sacudió a los residentes de Tracy, una ciudad del norte de California habitada por unas 78.000 personas y ubicada a unos 95 kilómetros (60 millas) al este de San Francisco.
Huckaby, que era voluntaria como maestra dominical en la iglesia bautista de Clover Road -la cual es presidida por su abuelo-, se presentó en un tribunal del condado de San Joaquín para su acusación formal, con las manos esposadas. Tembló y lloró cuando el juez leyó los cargos: uno de homicidio con las circunstancias especiales de violación con un objeto, así como conducta lasciva y licenciosa con una menor de edad y homicidio durante la comisión de un secuestro.
Las circunstancias especiales significan que Huckaby, de ser condenada, podría enfrentar la pena de muerte o cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. El fiscal de distrito James Willett señaló el martes que no había decidido si buscar la pena de muerte.
Durante la audiencia del martes, la cual duró varios minutos, la defensora de oficio Ellen Schwarzenberg pidió al juez Richard A. Vlavianos una orden que prohiba a reporteros, abogados y otros relacionados al caso revelar puntos sobre el mismo.
Vlavianos respondió que eso lo resolverá su colega Terrence Van Oss, quien presidirá las audiencias futuras. El juez le ordenó a Huckaby regresar a la corte el 24 de abril, cuando se espera presente un acuerdo con la fiscalía.
Familiares de la acusada y de la víctima entraron y salieron en silencio de la sala de la corte, negándose a hablar con reporteros. Muchos lloraron calladamente durante la audiencia y se emocionaron especialmente cuando se leyó la acusación de violación.
Huckaby vivía en un parque de casas rodantes en Tracy donde también residía Cantú. La niña desapareció el 27 de marzo y su cadáver fue encontrado en una maleta cuando varios jornaleros agrícolas vaciaron un estanque de riego el 6 de abril.
Huckaby dijo a un periodista local que la maleta era suya pero que había sido robada el día que Sandra desapareció.
Centenares de voluntarios y agentes se dedicaron a buscarla. Se pusieron fotos de la niña por todo Tracy. La policía dijo que había recibido 1.500 pistas del público.
Los agentes no dijeron dónde ni cómo fue asesinada la niña, que era compañera de juegos de Madison, la hija de 5 años de Huckaby.
"Esperaba que ese no fuera el caso", dijo la tía de Sandra, Angie Chávez, en medio de lágrimas. "Estoy anonadada. Todo es completamente inimaginable".
Josie Orozco, quien vive en el complejo y asiste a la misma iglesia que la familia de Sandra, salió de la corte llorando. Señaló que Huckaby pudo haber parecido llena de remordimientos durante la audiencia, pero agregó que no creía que su emoción fuera genuina.