No la tiene fácil la Gobernación. Convertir a Antioquia en la más educada es un reto colosal.
Esa es la conclusión que se desprende de un estudio que el ente departamental realizó, excluyendo Medellín, con base en los resultados de las pruebas para las Olimpiadas del Conocimiento.
En el examen de Matemáticas Antioquia, componente de razonamiento lógico de esta prueba, apenas un siete por ciento contestó 12 o más preguntas correctas de un total de 20.
Palabras más, palabras menos, esto significa que de 43.974 estudiantes de grados décimo y once, el 93 por ciento se rajó.
“Si las preguntas fueran dificílismas, uno diría que es lógico. Pero esto es lo que el alumno debe estudiar corrientemente”, señala Horacio Arango , investigador, consejero y vocero de la Secretaría de Educación de Antioquia.
Pobreza y baja calidad
Los resultados preocupan, afirma Arango, porque no son un bajón aislado. Los malos desempeños son una constante en las Olimpiadas, las pruebas Saber Pro y el examen de admisión de la Universidad de Antioquia.
Si la Prueba de Matemáticas en Antioquia se calificara de uno a cinco, el resultado promedio del departamento sería 1,8. ¡Rajados! La calificación en las pruebas Saber mejora, pero no tanto como para ser entusiastas: 2,1 sobre cinco.
Como los maestros rurales saben bien por experiencia propia, la calidad de la educación depende en gran medida de las condiciones sociales que rodeen al estudiante.
El análisis de la Gobernación advierte con claridad que las subregiones del departamento menos favorecidas son las peores libradas.
Informa Felipe Gil , secretario departamental: “en matemáticas vemos buenos resultados en el Valle de Aburrá y el Oriente, pero hay serias dificultades en el Magdalena Medio, en el Nordeste, Urabá y Bajo Cauca”.
Explica Horacio Arango que hay municipios del Área Metropolitana, el Oriente, el Suroeste y el Occidente cercano que registran un desempeño aceptable. “Y en el resto, estamos mal”.
Las ventajas
No todas son malas noticias. Las pruebas que se hacen por primera vez en el departamento entregan información detallada útil para diseñar planes de acción.
Las Olimpiadas, asegura Felipe Gil, “nos ayuda a identificar el detalle de los municipios, lo que a veces el Icfes no permite”. La clasificación de las pruebas Saber Pro es bastante genérica.
Municipios y departamentos enteros quedan catalogados en nivel bajo, medio o alto, toda una generalidad de la que se han quejado los funcionarios antioqueños. “En febrero nos reunimos con la dirección del Icfes porque es una preocupación genérica”, apunta Arango.
Dos de los problemas principales que ha percibido Horacio Arango con su análisis son el desconocimiento de los conjuntos numéricos y la falta de análisis de los enunciados.
“No leen bien los problemas. No hay un análisis lógico de las preguntas y si no lee la pregunta, no tiene posibilidades de resolverlo -afirma-. Luego de entenderlo, no hacen la algebraización del problema. O sea: ponerlo en términos matemáticos”. Los polinomios y la factorización son otros temas sensibles.
Para mejorar la calidad de los bachilleres antioqueños, cualquier esfuerzo es poco, mucho más cuando los resultados, las sumas y las restas hacen prever que Antioquia está lejos de poder llamarse la más educada.
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