Las diferencias se volvieron irreconciliables y, por eso, los trabajadores y empresarios se pararon de la mesa de negociación y dejaron en manos del gobierno la definición sobre al aumento del salario mínimo para 2010.
Un comunicado conjunto firmado por los representantes de la Andi, Fenalco, Acopi, Asobancaria y la SAC -por los empleadores- y por las centrales CUT, CGT y CTC -por los trabajadores-, destacó la reducción de la inflación como un logro para toda la sociedad, pero se lamentó del aumento de la informalidad y el desempleo.
"Le solicitamos al Gobierno que tome en consideración los diferentes argumentos que ambos sectores presentamos en la Comisión de Concertación de Políticas Salariales y laborales, a fin de que haya equilibrio entre el aumento salarial, la preservación y estímulo a la creación de puestos de trabajo y la reactivación de la demanda", dijeron.
Ayer se vencía el plazo para que las dos partes lograran un acuerdo sobre el aumento del salario: los trabajadores pedían un aumento del 8 por ciento y los empresarios ofrecieron el 3,5 por ciento. Ahora, empieza a correr el conteo regresivo para que el gobierno defina, por decreto, el nuevo salario mínimo que regirá en 2010.
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