La comuna más grande de la ciudad tiene sueños en grande y metas ambiciosas. En Belén, los líderes de las juntas de acción comunal están empeñados en sacar adelante un proyecto que beneficiaría a más de 150 familias del sector de manera directa, e indirectamente, ofrecería un alivio en la economía de todas las familias de los 21 barrios del sector.
Se trata de la creación de un almacén comunal. Algo así como un supermercado comunitario, en el que los proveedores sean los empresarios del sector.
Jaime Gómez, presidente de la Acción Comunal de Fátima, asegura que esta idea brindaría un canal de comercialización directa para las unidades productivas de esta área de la ciudad.
"Tenemos más de 150 famiempresarios. Ellos producen alimentos procesados, productos de aseo o textiles, entre otros. Lo que pasa es que cuando se enfrentan a la comercialización encuentran muchas dificultades. Es muy complejo colocar los productos en las grandes superficies, y no todo el mundo está capacitado para hacer el trabajo de mercadeo" dijo.
Los recursos bien usados
La virtud adicional que tiene este proyecto es que usa los recursos del presupuesto participativo de la mejor manera, es decir, fomentando la creación de empresas y nuevos negocios. "Hemos trabajado mucho en torno a este tema, ya tenemos la imagen corporativa y estamos diseñando el plan de negocios. La Secretaría de Desarrollo Social nos está dando la asesoría", agregó Gómez.
Diana Gómez, presidenta de Asocomunal Belén, agregó que los líderes han trabajado fuertemente en esta idea, la han madurado desde su base inicial, y ahora, están listos para recibir los recursos de presupuesto participativo.
"Jaime Gómez es una de las personas que más esfuerzo le ha puesto a esta iniciativa, creo que ahora han conformado una buena base social y están listos para concretar el proyecto" apuntó.
Y al respecto, Fenalco anticipa los mejores resultados. "Se trata de un sector con un mercado asegurado, vemos que es una gran iniciativa del pequeño comercio que beneficia a toda la comunidad. Sabemos que tendrán buenos resultados porque funcionan bajo principios de solidaridad, cooperación y emprendimiento", dijo Sergio Ignacio Soto, director de Fenalco.
Meterse de pies y manos
Doris Zapata es una de las tres socias que tiene Nutrifruit, una pequeña empresa procesadora de pulpas y de chocolates.
Ellas, todas son madres de familia, tienen muchas ganas de que su negocio crezca. Se han capacitado, han buscado asesoría con Acopi, tienen equipos de producción en comodato. Lo único que les falta es un mercado seguro.
"El negocio no es constante. El Día de la Madre nos fue muy bien con la venta de chocolates. Vendemos las pulpas en guarderías de vez en cuando. Sin embargo, no tenemos los pedidos seguros, y eso es lo que nos quita el estímulo".
Para ella, la posibilidad de tener un espacio seguro para comercializar los productos es un aliento cotidiano.
Jaime Gómez repite que esta idea podría beneficiar a mucha gente, además de los empresarios que venderían al por mayor y al detal. "Buscamos que se generen más empleos; si los negocios del sector crecen, así mismo, habrá más trabajo para la gente".
Nada mal para un barrio de muchos barrios y 159.000 habitantes. El beneficio económico para ellos también será evidente, dice Gómez. "Podrán encontrar lo mejor de la ciudad a los mejores precios".
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