Un tribunal militar de Túnez condenó este miércoles a 20 años de cárcel en ausencia al depuesto dictador Zine al Abidine Ben Ali por incitar a la violencia durante el intento policial de sacar a su sobrino del país durante la revuelta del año pasado.
Ben Ali, que huyó a Arabia Saudita el 14 de enero del 2011 cuando las protestas inundaron el país, ha sido ya condenado en ausencia a décadas de prisión bajo cargos que van de corrupción a tortura y podría afrontar más cargos.
Ben Ali acumula un total de 66 años de prisión por otras causas como tráfico de droga, desviación de fondos públicos y abuso de bienes públicos.
Un fiscal militar pidió el mes pasado que se impusiera la pena de muerte en ausencia al antiguo hombre fuerte del país por su papel en la muerte de manifestantes en las ciudades donde comenzó la Primavera Árabe el año pasado.
Ningún alto cargo ha sido condenado hasta ahora por las muertes de más de 300 personas en la revolución tunecina, causando indignación entre las familias e incrementando la presión sobre el Gobierno para que haga justicia.
Sea cual sea la condena, sin embargo, hay pocas muestras de que Riad vaya a extraditarlo.
El Gobierno tunecino ha afrontado críticas persistentes por su fracaso en persuadir a Arabia Saudita para que entregue a Ben Ali y a su esposa, Leila Trabelsi, una expeluquera cuyo estilo de vida ostentoso y el enriquecimiento de su familia han sido vistos por muchos como un símbolo de la corrupción de la era Ben Ali.