PABLO ARBELáEZ RESTREPO
Medellín
Al verlo, de entrada, uno recuerda al famoso embalador holandés Henk Lubberding.
Ese es el parecido físico que tiene Carlos Betancur con quien por muchos años fuera uno de los más mencionados corredores del Panasonic.
Betancur Gómez, además de ser una especie de copia del nacido en Voorst hace 54 años, ya comenzó a dar de qué hablar, con la presentación de credenciales que hizo en la reciente Vuelta a Antioquia ganada por Mauricio Ortega (Une).
En dos de las cinco etapas estuvo en la escapada buena, puso pica en Flandes y se hizo notar para convertirse en el mejor de los juveniles.
Este sardino, de 18 años, de arete en la oreja izquierda, se mandó el lance en dos tramos consecutivos, para decir: ¡presente!
"A mí me joden por pelilargo. Fueron muchas las recomendaciones que me hicieron los élites. Que no me moviera tanto cuando estuviéramos en el grupo y que no mirara para atrás", contó este rubio de 58 kilos de peso y 1.68 metros de estatura, que no puede con la pinta de europeo.
"Con las fugas quedé mamado y sin piernas. Infortunadamente se me corta la respiración y esto me molesta", indica el rutero del Orgullo Paisa, a quien, en efecto, le maman gallo por peludo, como le sucedía a Lubberding.
Apenas este año vino de Jardín, donde estaba en el Cedep de Indeportes, para afincarse en Medellín. Aquí recuerda los esfuerzos de su familia que empeñaba las cadenas para apoyar al ciclista que de recoger café en la finca con su papá pasó a ser un prospecto de categoría.
Pico y Placa Medellín
viernes
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