Después de la dolorosa derrota ante Argentina, la Selección de Holanda ahora deberá levantar cabeza para medirse este sábado, a las 3:00 p.m. por el tercer lugar, ante el elenco anfitrión, que está herido tras la estrepitosa eliminación en la otra semifinal frente a Alemania.
Holanda, que ayer anuló casi por completo a Lionel Messi, pero se olvidó de algo esencial para un equipo que juega a defenderse: el contragolpe y el gol, espera reencontrarse con las redes para irse de territorio brasileño con un meritorio puesto.
De nuevo la mala suerte jugó en contra del equipo de Louis van Gaal, que se quedó sin la oportunidad de disputar otra final y de hecho, luchar por el título mundial que le ha sido esquivo durante la historia.
El delantero holandés Arjen Robben lamentó la "desalentadora" eliminación de su selección en las semifinales.
"Duele pero dimos todo, es desalentador terminar de esta manera", dijo el futbolista después del partido.
"Increíble. Es duro, pero esto es el deporte", dijo el defensor holandés Ron Vlaar, cuyo penal, el primero de la tanda, fue desviado por el arquero argentino Sergio Romero. "No estaba nervioso, me concentré. Tenía que entrar y no entró", agregó.
Así como los holandeses, en medio del dolor, el técnico brasileño, Luiz Felipe Scolari, habló sobre lo sucedido y lo que viene.
"La vida sigue", dijo el orientador, que podría dirigir este sábado el último partido con el elenco de su país.
Scolari, el técnico de Brasil, afirmó que la selección tiene ya un nuevo objetivo, al menos un tercer lugar que brinde a sus seguidores un motivo para celebrar.
El orientador reconoció que la paliza por 7-1 sufrida ante Alemania es una herida perenne, pero enfatizó que una "derrota estrepitosa" no puede borrar lo que sería una campaña por lo demás buena del combinado auriverde.
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