La economía mundial se parece a un mar turbulento con olas gigantes, vientos huracanados y lluvias tormentosas. En ese mar está Colombia, que trata de no hundirse, situación que les está pasando a muchas naciones que ya se hundieron.
El manejo que se le ha dado al barco es el adecuado y por eso no ha sucumbido. Eso es lo que opina el ex ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla Barrera, sobre la situación que vive el país.
A juicio del experto, quien estuvo en el foro Coyuntura Financiera de Colombia y el mundo 2009, organizado por Corredores Asociados, dos hechos le han permitido a la economía local moverse en la dirección correcta: la decisión de salir a ofrecer bonos en un momento muy riesgoso, con buenos resultados, y en segundo lugar, la búsqueda (y aprobación) de recursos por ventanilla ante organismos multilaterales cuando el crédito esta restringido.
Agrega que en tiempos tan movidos como los actuales ni el Banco de la República ni los emisores de otros países de la región son los protagonistas que, por ejemplo, definen las tasas de interés.
"El fenómeno importante es la oferta y demanda de dólares. En este momento la característica monetaria internacional es una fuerte demanda por dólares por todo el mundo, un fortalecimiento muy grande por el dólar, cuando la lógica económica debería decir que tiene que debilitarse y ese es el techo monetario más importante para nosotros y para el 99 por ciento de los países".
Por eso, recalca que con unos fundamentales de la economía tan malos como los que tiene Estados Unidos, el mercado debería castigar la moneda del país en problemas.
En ese sentido, cree que en los próximos días el euro, la libra, el real, el peso colombiano y otras tantas monedas deberán ganar terreno frente al dólar porque está en una cotización equivocada.
Muy positivo
Ricardo Durán, gerente de Investigaciones Económicas de Corredores, confía en que a la economía doméstica le irá bien en la retorcida coyuntura internacional.
Y basa su concepto en que los cuatro portafolios más importantes tuvieron una mínima exposición a la crisis subprime, lo que a su juicio nos deja bien parados.
"¿Dónde está la plata de los colombianos? La plata está en las pensiones que se han resentido un poco por el bajón de las bolsas y porque el 0,3 por ciento del total se afectó en las inversiones de las entidades que cayeron. El Banco de la República solo perdió dos millones de dólares en Lehman Brothers. El Fogafin que soporta los riesgos de los bancos no está contaminado y los bancos están más fuertes que nunca".
Durán confía en que el Banco de la República baje los encajes (y también las tasas) para que el consumo se reactive e impulse la economía nacional. Advierte, eso sí, que el factor sicológico, de miedo y angustia, que están afrontando muchos inversionistas puede ser el peligro que contagie la economía nacional. Por eso recalca que si bien es cierto que las exportaciones se han resentido por los problemas de Estados Unidos y Venezuela, las remesas son menores y la Inversión Extranjera Directa puede disminuir, Colombia tiene margen para navegar por el mar tormentoso y salir a flote cuando la marea baje, a mediados de 2010.
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