El cacerolazo realizado la noche del lunes en varias ciudades de Venezuela por los seguidores del candidato opositor Henrique Capriles como protesta a un presunto fraude electoral en las elecciones del domingo se extendió a Lima y Panamá.
Con pancartas en las que se denunciaba el fraude, pitos, cacerolas y ollas, los seguidores de Capriles dejaron ver la dilación del Consejo Nacional Electoral a la petición de la campaña de Capriles de hacer un reconteo del 100 por cieneto de los votos. En medio del bullicio se escuchaba el grito de "conteo, conteo", en relación a la petición de Capriles de recontar todos los votos antes de certificar el triunfo del candidato oficialista Nicolás Maduro.
"Yo sé que esto no va a servir de nada, estos malandros que están en el gobierno no tienen ninguna vergüenza; pero es una forma de expresar la indignación que tenemos, es una forma de liberar tanta tensión y dolor por lo mal que está Venezuela", dijo Sandra Castellanos, una madre de dos niños de 6 y 4 años, que golpeaba en Caracas una cacerola, junto a seis de sus vecinos.
A lo largo de la avenida Urdaneta de Caracas y el barrio Sarría donde habitan personas de clase media y baja, también se escuchaba la protesta proveniente de los edificios.
"Esto no para, estoy sorprendido. El Gobierno no puede hacerse la vista gorda, más de siete millones, la mitad del país quiere un cambio, está cansado de un gobierno autoritario que en 14 años no ha hecho otra cosa que profundizar los problemas y dividir más a los venezolanos, ponernos a pelear unos a otros", dijo Silvio Marcano, un jubilado de 68 años, quien destacó que la protesta mantenía su intensidad después de más de una hora.
En Barinas, estado natal del fallecido presidente Hugo Chávez, se produjeron enfrentamientos entre manifestantes y policías. Adán Chávez, hermano mayor de Chávez y gobernador de Barinas, denunció que cuatro policías resultaron heridos por pedradas durante los choques callejeros.
En Caracas, más temprano, guardias nacionales dispersaron con gas lacrimógeno y balas de goma a cientos de estudiantes que, apostados en una de las principales autopistas del este de Caracas, lanzaron piedras y pedazos de concreto hacia los uniformados que trataban de restablecer el paso en la vía donde permanecían estacionados varios vehículos que no pudieron avanzar debido a la protesta.
Los jóvenes, algunos con el rostro cubierto con camisetas para protegerse de los gases lacrimógenos, se replegaron hacia una de las avenidas de la urbanización Altamira, en el este de la ciudad, donde formaron una barricada con restos de basura en medio de la vía que luego incendiaron. Los universitarios buscaban llegar hacia el oeste de la capital venezolana, donde se localiza la mayoría de los edificios de los Ministerios de gobierno y el Consejo Nacional Electoral, donde Maduro era proclamado como ganador de los comicios.
Señalamientos mutuos
Las protestas comenzaron a las 8 de la noche (hora de Caracas) al tiempo que Maduro hablaba en una conferencia de prensa en el Palacio de Miraflores, luego de haber sido proclamado como presidente electo por el Consejo Nacional Electoral. El nuevo mandatario aseguró esta protesta le hacía recordar lo que sucedía en Chile cuando los seguidores del general Augusto Pinochet lo respaldaban tocando las cacerolas. Sin embargo, se debe aclarar que los cacerolazos en ese país lo hacían quienes rechazaban la dictadura.
Maduro denunció que los seguidores de Capriles quemaron la casa del PSUV en el estado Anzoátegui y en Táchira con gente adentro. Además, invitó a los venezolanos a emprender movilizaciones pacíficas hasta Caracas. "A movilizarse mañana en todo el país por la paz, movilizaciones en todo el país, y el miércoles y el viernes, todos a Caracas", indicó Maduro en alusión al acto de juramento presidencial.
Por su parte Capriles, quien perdió las elecciones por un estrecho margen de 235.000 votos, insistió en la importancia de un reconteo voto a voto por considerar que las dudas sobre los comicios y el conteo automático son suficientes para adoptar esta medida."Eso es un mecanismo de expresión. (…)Que todo nuestro pueblo haga sonar su olla, su cacerola", afirmó el candidato opositor.
Entre tanto, Vicente Díaz, rector del Consejo Nacional Electoral dijo a Globovisión que no tiene dudas del resultado del sistema de votación porque "efectivamente ha sido auditado, certificado, revisado, hubo presencia de los testigos.
Sin embargo, Díaz dijo estar trabajando para que el CNE apruebe hacer una auditoría del 100 por ciento de los comprobantes de votos depositados en las urnas "por la cercanía que hubo entre los candidatos" para garantizar a los participantes en la contienda "que no tienen ninguna razón para dudar de los resultados".
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