Una empresa sin un peso en caja, inactiva por seis meses, con pasivos que superaban sus 13.229 millones en activos, 120 trabajadores esperando con angustia el pago de sus salarios y prestaciones, información financiera desactualizada, vestigios de una mala administración y con una larga lista de deudores por todos lados reclamando pagos.
Eso se encontró el intendente delegado para Antioquia de Superintendencia de Sociedades, Luis Fernando Jiménez Álvarez, cuando decidió el 29 de mayo de 2012 abrir el proceso de liquidación judicial de Cales y Derivados de La Sierra S.A. (Caldesa).
Esta empresa era una de las principales fuentes de empleo de ese corregimiento de Puerto Nare, Magdalena Medio antioqueño y que producía en su planta 25 toneladas mensuales de cal, que extraía de una mina con un potencial probado de 200 millones de toneladas del mineral.
"Decidimos intervenir rápido antes de que la empresa terminara como un muerto y se quedara sin la opción de volver a generar empleo y riqueza para esa región", cuenta Jiménez.
El ente de control venía haciendo seguimiento desde dos años atrás a la empresa que con más de medio siglo de historia, desde que se llamaba Colombiana de Carburos y Derivados (Colcarburos), se convirtió en una de las principales fuentes de empleo formal y desarrollo económico en esta población ribereña donde la gente vive de Caldesa, una planta de Cementos Argos, ganadería, pesca o "barequiar" (minería artesanal).
Gustavo Osorio Sánchez, liquidador delegado por la Supersociedades para salvar o dar sepultura a Caldesa desde junio del año pasado. El optó por lo primero.
En una contrarreloj decidió buscarle inversionista a Caldesa, al tiempo que levantaba un inventario que arrojó un avalúo por 14.100 millones de pesos que sumaban los activos de la planta de 15 hectáreas y la mina de 500 más, a 10 kilómetros de allí.
Con ese monto y la experiencia de 10 años en resucitar empresas que le encargan, Osorio investigó y tocó puertas de potenciales interesados. Entre los posibles "novios" que capitalizarán a Caldesa aparecieron desde una banca de inversión de Medellín, que desistió, pasando por Cementos Argos, vecino de la planta de cales, hasta una firma bogotana, Núcleo Consultores, quien cerró negocio con la Supersociedades en octubre.
"La promesa de compraventa se firmó con un giro de 500 millones, en diciembre se dieron otros 900 millones y Núcleo reactivó la planta y la mina al concesionó parte de la operación a la firma Cales Fénix y ya genera 45 empleos de los mismos ", explica Osorio.
Con esos 1.400 millones de pesos de cuota inicial, el liquidador alcanzó a pagar salarios atrasados, prestaciones e indemnizaciones de 120 trabajadores. "Una vez se trasladen los dos títulos mineros a Núcleo, cancelará el resto y para finales de 2013 ya habrá unos 120 empleados", concluye Osorio con la satisfacción del deber cumplido.
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