En un país que apenas diferencia el rácquetbol del squash, Cristina Amaya Cassino hace historia al ser la quinta mejor jugadora del mundo en este deporte, casi desconocido en Colombia.
Cristina, una licenciada en Educación Preescolar en la Universidad de San Buenaventura de Cali, es la quinta mejor jugadora del mundo de este deporte, que en Colombia apenas es conocido, pero que tiene una Federación con 105 países afiliados.
"Es la mejor posición de un colombiano que haya empuñado una raqueta, ya sea de tenis, squash, tenis de mesa, bádminton. Es el mejor punto más alto", explica Juan Manuel Gutiérrez, presidente de la Federación, campeón nacional y además entrenador de Cristina.
A punto de cumplir los 25 años (28 de octubre), Amaya subió hasta este lugar de honor, el mejor en su carrera deportiva, tras haberse quedado con el subcampeonato del Abierto Mexicano de Raquetas, que se realizó en Toluca, tras caer en la final del torneo ante la local Paola Longoria, con parciales 11-1, 11-3 y 11-7. Longoria es la mejor del mundo, y fue la primera final para Cristina en un torneo profesional.
La delgada línea que separa el squash (más conocido y competidor para ingresar a los Juegos Olímpicos) del rácquetbol fue el que transitó Cristina a los 17 años. Tras ser campeona suramericana en el primero, decidió cambiarse al segundo. "Estaba entrenando squash en el club y mi novio me dijo que podía ser una buena jugadora de rácquetbol. Me dio unas cuantas lecciones, y me encantó", señala Cristina, tras su éxito en Toluca, uno de los nueve torneos grandes del año.
Amaya, medallista de plata en los Juegos Mundiales de Cali, cuenta con los patrocinios de Coldeportes, el Comité Olímpico Colombiano, Indervalle y la Fundación Prodesarrollo JMG que encabeza Juan Manuel. "Ayudamos a personas de las comunas más deprimidas de Cali a salir adelante en el deporte", dice Juan.
El rácquetbol ha tenido tres acercamientos este año en Colombia: un Panamericano de mayores, una parada de Copa Mundo en Cali, y la realización de los Juegos Mundiales. Hoy, Cristina suma 564.75 puntos, aún lejos de los 2.500 que tiene la mexicana Longoria, que no pierde un torneo importante desde 2011. Entre sus retos estará el US Open de octubre, subir puestos en el ranquin, y hacer todavía más visible el rácquetbol.
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