No hay día en que el presidente Hugo Chávez deje de sorprender al mundo, y a gran parte de su propio país, con las medidas antidemocráticas. El pasado jueves, al filo de la media noche, fue aprobada por la Asamblea Nacional una polémica Ley de Educación, defendida por su gobierno como un instrumento para avanzar en la instauración del socialismo, pero rechazada por la oposición por sus connotaciones ideologizantes.
A través de esta ley se crea otra ley habilitante en materia educativa, que facilitará aún más la concentración del poder en Chávez, con la grave consecuencia de vulnerar la autonomía universitaria.
Lo más relevante es que incluya la Doctrina Bolivariana como parte del contenido académico de toda la educación, lo que sin duda permite, ahora sí, consolidar en su Nación su mal llamado Socialismo del Siglo XXI.
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