El seleccionador de Chile, el gaucho Claudio Borghi, tratará ante un Paraguay que siempre ha complicado a la Roja en Santiago, resucitar a su equipo tras el 4-0 que le propinó Uruguay en Montevideo. Por eso utilizará una fórmula clásica de su antecesor Marcelo Bielsa.
Ello, frente a la imperiosa necesidad de sumar puntos para mantenerse en carrera hacia el Mundial 2014, de que sus jugadores recobren la confianza tras el papelón realizado en Montevideo y de recuperar la fe de los hinchas, cada vez más escépticos.
Aunque Borghi, tal como Bielsa, es definido como un técnico de estilo ofensivo, tras su llegada redujo a dos los delanteros, eliminando los 'wines' de su compatriota rosarino y aumentó a dos el solitario volante de quite que utilizaba su antecesor.
Tras el desastre de la semana pasada, con la marginación de cinco jugadores por indisciplina y la goleada frente a Uruguay, volverán en la cancha del estadio Nacional de Chile el solitario volante de contención Gary Medel, Alexis Sánchez y Eduardo Vargas.
En rigor, según los entrenamientos, el once inicial tendrá sólo una novedad respecto del que jugó en Uruguay: Alexis Sánchez, si es que se confirma su plena recuperación tras la molestia que lo dejó afuera minutos antes del arranque el pasado viernes.
Matías Campos Toro, que jugó en el lugar del ariete del Barcelona de España, ese día, seguirá de titular pero más retrasado y el que sale es Marcelo Díaz.
Alexis Sánchez, por su rapidez y habilidad, es fundamental para sortear el esquema defensivo (4-4-1-1) con que jugará Paraguay y para que la Roja tenga un ataque más constante, variado y explosivo en la cancha.
En los entrenamientos previos al viaje, el seleccionador Francisco Arce ha sido transparente para mostrar su esquema de dos líneas de cuatro, un centrocampista ofensivo y un punta solitario.
Paraguay perdió por lesión en el partido anterior a Richard Ortiz y el técnico Arce dijo que duda entre Iván Piris o Miguel Samudio como remplazo, aunque este último tiene más cara de titular.
Francisco Arce sólo adelantó que Chile "es un rival fuerte y peligroso por los costados" y que la goleada ante Uruguay "no significa que será fácil para nosotros".
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