Después de realizar una de las mayores evacuaciones de su historia, la India respiró ayer con cierto alivio después de que el ciclón Phailin redujo su intensidad a su paso por el país, donde causó, por lo menos, quince muertos y algunos daños materiales.
Otras seis personas murieron antes de la llegada del ciclón, la tormenta más fuerte en los últimos 14 años, en sucesos relacionados con las adversas condiciones meteorológicas.
"La pérdida de vidas fue contenida mediante la entrega de información temprana y la acción rápida del Gobierno", dijo Sandeep Chachra, director ejecutivo de ActionAid India.
Las personas evacuadas por el ciclón superaron las 900.000 en el estado de Orissa y 130.000 en Andhra Pradesh. La tormenta provocó a su paso desperfectos en algunas infraestructuras, y la interrupción del suministro eléctrico en varias áreas.
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