Cuando se preveía que el cierre del tramo norte-sur hasta Solla de la vía regional Bello-Medellín iba a producir fuertes congestiones, el impacto no fue tal.
Así lo reportó el secretario de Tránsito de Bello, Édgar Callejas , quien atribuyó el buen flujo al operativo dispuesto desde su dependencia para organizar el tráfico y a la colaboración de la concesionaria de las obras que obligaron al cierre.
"Además de que se hizo una buena campaña de difusión, destinamos prácticamente el 80 por ciento de los guardas de Bello para trabajar en el operativo", precisó Callejas.
El tramo Niquía-Solla fue cerrado en sentido norte-sur debido a que dentro de las obras de la Doble Calzada había que empalmar unas tuberías del oleoducto Sebastopol-Medellín, operación de ingeniería de alta delicadeza y riesgos.
"Es un cierre preventivo, porque son trabajos con combustible, los funcionarios de Ecopetrol paran el bombeo y no pueden tener vehículos pasando que puedan representar riesgos", subrayó el gerente de Concesiones de la Gobernación, Sebastián Álvarez.
El cierre del tramo inició ayer a las 5:00 de la mañana y se mantendrá, inicialmente, hasta mañana viernes 23 a las 6:00 p.m. Puede ser más o puede ser menos tiempo, dependiendo de cómo les vaya a los encargados de realizar los trabajos. Si están listos antes, el tramo se reabriría antes de lo anunciado, confirmó Álvarez. Pero si tarda más, el Tránsito mantendrá el operativo hasta que todo culmine, afirmó el secretario de la mencionada dependencia.
Como alternativas para evadir los tacos en la autopista Norte están la vía de Zamora y la carrera 65, por Cabañas.
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