Cuando Luis Alcides Agudelo sacó un crédito para comprar un lote en La Gabriela, en Bello, lo hizo con la ilusión de que algún día podría construir su casa con materiales para su esposa y para el bebé que venía en camino.
"Después de tener el lote propio, mi sueño siempre fue, algún día, cambiar el rancho con tablas en el que vivíamos mi esposa y yo por una casita de materiales. Cuando ocurrió el derrumbe, nuestra vivienda no sufrió daños, pero nos dijeron que nos teníamos que ir y la demolieron".
Ahí empezó la vida nómada de Luis Alcides y su esposa, con ocho meses de embarazo, que con un ingreso de un salario mínimo no podían pagar arriendo así que tuvieron que pasar por las casas de familiares y amigos que les abrían sus puertas.
Después de instaurar una tutela contra la Alcaldía de Bello, el municipio les dio los recursos para pagar un arriendo, hasta hace 3 meses cuando les dijeron que ya no había con qué. "Desde eso me ha tocado pagar el arriendo de 240.000 pesos, la mitad de mi sueldo", cuenta Luis Alcides, uno de los miles de damnificados por la ola invernal.
Pero hace dos días, Luis Alcides recibió una llamada que lo llenó de ilusión para el 2012. "Mi esposa me llamó y me dijo que nos habían escogido para el subsidio de vivienda de Comfama, que nos permite volver a tener una casita propia".
Él, su esposa y su hijo Julián, son una de las 295 familias que recibieron ayer un subsidio de vivienda, por un promedio de 11 millones de pesos.
Silvia Salazar, jefe del Departamento de Vivienda de Comfama, explica que de esas 295 familias beneficiadas, 105 son damnificadas por la ola invernal del año pasado.
"Comfama viene asignando subsidios hace mas de 7 años. En ese tiempo hemos entregado 195.000 millones de pesos a más de 17.500 familias que se escogen entre los empleados de las empresas afiliadas y cuyo grupo familiar cuente con ingresos menores a cuatro salarios mínimos".
La casa de Cristian
Cristian Camilo tiene 18 años y está empacando sus cosas para irse a prestar el servicio militar. Cuando vuelva, va a estrenar casa propia, pues a su papá, Hugo López, también le dieron un subsidio por 11 millones de pesos con el que va a ajustar sus ahorros de toda la vida para comprar una casa.
"Mi esposa y yo logramos ahorrar 27 millones de pesos. Con este subsidio vamos a completar los 38 millones que nos vale una casa en Envigado. Qué alegría tan grande, nunca nos habían dado tanto. Son 11 millones para completar el sueño de toda la vida, no para mi sino para mis dos hijos que van a tener su casita propia", cuenta Hugo.
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