Una condena ejemplarizante se conoció esta semana cuando un hincha del Medellín, que el pasado 2 de abril intentó apuñalar a un hincha de Nacional en las tribunas del Atanasio Girardot, fue condenado a ocho años de cárcel por tentativa de homicidio.
Yeriman Guerrero Zapata, quien aceptó la culpa y pidió perdón, fue el agresor cuyo accionar delictivo quedó plasmado en unas aterradoras imágenes que fueron registradas en diferentes medios.
Hay una cruzada para erradicar la violencia en el fútbol. A la tranquilidad que se vivió en el Mundial Sub 20, que se pretende instaurar en el balompié profesional, se le une la llamada Ley del Fútbol, que persigue y judicializa a los agresores. Condenas como esta, irán aconductando a los violentos, que ya no pueden actuar tan impunemente.
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