Los enfrentamientos públicos y los ataques verbales que vienen sosteniendo el concejal Bernardo Alejandro Guerra y el gerente de UNE, Horacio Vélez de Bedout, no son buenos para el clima de convivencia y respeto que tanto pedimos para la ciudad.
Ambos son destacados hombres públicos, que ejercen tareas fundamentales para el desarrollo de Medellín, uno como cabeza visible de una entidad comprometida con el desarrollo y la tecnología, y el otro como parte del Concejo, y de su natural esencia de control político.
Tanto Guerra Hoyos como Vélez de Bedout, deben usar la cordura y el respeto, dentro de la independencia que obligan sus cargos, pero sobre todo porque ellos son personajes públicos que deben dar el mejor ejemplo. Las diferencias no se resuelven por las vías de hecho ni con insultos ni provocaciones.
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