Qué polvareda ha levantado la muerte del nobel Gabriel García Márquez. Mientras unos lo mandan para el infierno, otros dicen que en los últimos siglos fue de lo mejor que dio el oficio en habla hispana. Su muerte no pasó desapercibida en el mundo.
Para mí el caso no es si se irá para el infierno ni quiénes fueron sus amigos ni qué hizo con la plata que ganó en esta tierra. Lo que me ha llamado poderosamente la atención es que con esa muerte se dimensiona lo enfermo que está este país: unos atacan con ferocidad la relación entre sus inclinaciones políticas y el dinero ganado en vida; y algunos de quienes lo defienden, lo hacen atacando a sus atacantes con la misma ferocidad.
No quisiera decirlo, pero parece que en este país subyace un tizón de odio que muchos mantienen a fuego lento, esperando a que soplen los vientos de intereses particulares para avivar la llama que arrase con lo que hoy tenemos y conocemos.
Es como si aquí pocos entendieran la brutalidad que significa una guerra y mantienen el dedo listo en el gatillo del arma en que se ha convertido su existencia de odio contra quienes no piensan igual. Y lo digo por los de derecha y lo digo por los de izquierda (los que ya pasaron de la ideología al fanatismo) (el problema es que no se han dado cuenta), que siguen a unos líderes cargados de odio que, con lenguaje refinado, están polarizando al país. Y, cuando estalle una guerra civil (¿será su objetivo?), los "líderes" irán fuera del país a ver desde la barrera cómo aquí la gente se destroza entre sí; a la final, unos volverán triunfantes, y los "derrotados" se quedarán a vivir, delicioso, en el exterior.
¿Es un crimen ser de izquierda o de derecha, por el solo hecho de serlo? Claro que no. Supongo que se convierte en crimen cuando una ideología ha sido capaz de hacer súbditos dispuestos para el odio y la eliminación moral o física del "enemigo".
Los foros en los medios digitales son el reflejo de lo que son y piensan las personas que escriben (muchos escudados en alias, ¿como los delincuentes?). Las ideas allí expresadas (con su redacción, construcción gramatical, ortografía, etc.) no solo dan cuenta del desarrollo cultural de los foristas, sino del odio a fuego lento que se cocina en este país.
No sé si se dan cuenta quienes vociferan así, que hacen exactamente lo mismo que odian en sus "enemigos". Entonces ahí sí, en una guerra, todos viviremos un infierno.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6