El nuevo goleador de la Sub-20, Miguel Ángel Borja Hernández, el mismo que el martes anotó 3 goles ante Bolivia, pasó por todos los equipos de Antioquia. Pero, en una increíble paradoja, para ver sus goles y su talento tocó esperar al Suramericano Sub-20 de Argentina, y a la televisión.
La historia del delantero juvenil comenzó en Tierralta, Córdoba, una población de hermosos paisajes, pero tristes recuerdos. Reconocida por su proceso de paz en la vereda Santa Fe de Ralito, Miguel Ángel, comenzó a jugar fútbol en sus tierreros. Por altura, físico y condiciones, salió rápido de la sabana cordobesa.
Desde los nueve años comenzó a rotar por el fútbol. Estuvo menos de medio año con Envigado, antes de volver a su tierra. También se probó en Medellín (no se quedó pues necesitaba más tiempo), Nacional (no hubo espacio porque el equipo quedó completo y solo le faltaba un central) y otros elencos de la Liga de Antioquia. "Pero muchos cuestionaron su edad. Yo apostaba mi plata para demostrar que no, que era talento. Por eso no terminó en Medellín", dice Lorenzo, dueño del equipo Fundación Pony Gol, de donde salió el artillero Borja.
Después de un par de seleccionados, se dio el brinco. "Esos chicos los tomamos casi silvestres, pues, aunque han salido a algunos partidos en otras ciudades, su entrenamiento y crecimiento se da en esas poblaciones que, a duras penas, tienen competencia en Montería", cuenta Jorge Montes, coordinador de la Liga de Córdoba, y quien vio llegar a Borja para la Selección prejuvenil en 2009, de la mano de Misael Ávila.
El camino lo llevó 15 horas más lejos de su casa, al lado de sus padres, vendedores de fritos y boletas en el pueblo.
En Cali jugó con el América, el Cali y ahora con el Cortuluá, mientras trabajaba en una ferretería para un empresario que lo alojó en su casa.
Hoy Miguel Ángel celebra por tres. Es el tercer colombiano que marca un triplete en un Suramericano sub-20 (junto a Hugo Rodallega y Johny Acosta ) sigue viajando con su pase en la mano, pero la ilusión en sus pies. Como figura en el torneo que es la mejor vitrina del continente, no se olvida de su lejana y poco reconocida cuna. "Esto es para la gente de Tierra Alta, que los recuerdo y toda la Gloria es para Dios y para ellos".
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6